L D (EFE) El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 también tomó declaración al egipcio Ahmed Ibrahim Kassem, quien junto con Waki regenta una carnicería árabe en la citada localidad guipuzcoana, y que quedó en libertad tras comparecer ante Del Olmo durante aproximadamente una hora.
Waki y Kassem son los dos últimos detenidos en relación con los atentados del 11-M. El ciudadano sirio, que compareció durante unas cuatro horas ante el magistrado, fue detenido tras comprobarse que tres de los terroristas islamistas que se suicidaron el pasado tres de abril en Leganés habían utilizado un teléfono móvil cuya tarjeta SIM era de su propiedad y cuyos restos fueron encontrados entre los escombros del piso de la calle Carmen Martin Gaite.
El encarcelado mantenía relación con otros imputados en la masacre desde 2002, entre ellos Rabei Osman el Sayed, "El Egipcio", y se le imputan también actividades dirigidas a lograr la legalización en España de otros miembros de grupos integristas islámicos.
"Estrecha" relación con los terroristas del 11-M
Así se señala en el auto de prisión dictado por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, que alude al "estrecho nivel de relación" mantenido entre Waki y los también imputados en esta causa Basel Ghalyoun, Fouad El Morabit, Mouhannad Almallah Y Khaked Zeimi, para quienes trataba de conseguir fondos que ayudaran a financiar su defensa. También se relacionó con varios de los terroristas que se suicidaron el pasado 3 de abril en Leganés.
A estos contactos hay que añadir su relación desde 2002 con Rabei Osman, entrando a formar parte del mismo círculo de personas "guiadas por unos planteamientos religiosos fundamentalistas y vinculados con la Yijad". De este círculo "se ha extraído un núcleo relevante" de los presuntos implicados en los sucesos del 11 de marzo y el 3 de abril, según destaca el magistrado.
La investigación también ha constatado la existencia de contactos personales entre Waki y otros imputados en los hechos desde finales de 2003, así como llamadas telefónicas a Ghalyoun desde el pasado mes de enero y hasta el 19 de marzo. Tras los atentados, el sirio adoptó algunas cautelas durante sus llamadas telefónicas en cuanto al lenguaje utilizado en sus conversaciones.
Por el momento son 61 los detenidos en relación con el 11-M que han comparecido ante el juez Del Olmo, que ha ordenado el ingreso en prisión de 20, incluyendo a Waki, a los que hay que sumar un menor ya condenado por su participación en la trama asturiana que facilitó los explosivos para la masacre. El resto de arrestados se encuentra actualmente en libertad.