L D (EFE) Enrique Santiago ha decidido esperar a enero para disputar el puesto de coordinador general a Llamazares, cuando el Consejo Político Federal esté completamente conformado y ratifique la elección de este domingo, con el total de sus 239 miembros, de los que se ha elegido a 110, mientras que el resto será elegido por las federaciones.
Llamazares fue proclamado coordinador general entre gritos de "fuera, fuera" de sus detractores y aplausos de sus seguidores, y dio las gracias porque los delegados hayan resuelto "de forma unitaria" "relanzar el proyecto como movimiento político y social".
Uno de los motivos por los que la Asamblea de IU se ha cerrado con polémica y con gritos de "tongo" ha sido una enmienda aprobada el sábado a última hora por el plenario a instancias de la federación de Baleares, por la que los 19 coordinadores regionales también debían votar quién debe liderar IU. Esta situación benefició a Llamazares –la mayor parte están a su favor– y su aplicación fue inmediata, lo que concitó las protestas de parte de los asistentes, que entendían que no debía entrar en vigor hasta la próxima Asamblea.
Llamazares impone su lista
La candidatura del coordinador general saliente de IU al Consejo Político Federal se había impuesto con el 49,52 por ciento de los votos a las de sus contrincantes Enrique Santiago, (38,1 por ciento) y Sebastián Martín Recio (12,38). En su discurso, Llamazares reconoció "algunos errores" aunque se presentó como paladín del consenso.
Durante su intervención, Llamazares pidió el voto de los delegados de la VIII Asamblea Federal tanto por un bagaje en el que reclamó más éxitos que fracasos, como porque después de la experiencia acumulada en los últimos años sabrá qué hacer para relanzar el proyecto. El coordinador general de IU reclamó los éxitos obtenidos por la formación gracias a las alianzas establecidas con el PSOE, y citó el cambio de la política exterior hacia países como Cuba y Venezuela, las partidas incorporadas a los Presupuestos Generales del Estado para los "niños de la guerra", o la ayuda a países en desarrollo.
Asimismo, defendió la presencia de IU en la "política real y activa", en referencia a sus pactos con el PSOE, con la teoría de que el carácter "mestizo" de la formación (comunista, republicano, antiglobalización) permite adentrarse en terrenos de pluralidad. Afirmó que a pesar de los errores que también ha cometido, y entre los que citó una "cierta frustración electoral" y "diferencias internas que no hemos sabido administrar", todas las decisiones se han adoptado de manera colegiada con los órganos de dirección.