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Trashorras reveló en un careo que en 2003 entregó a "Manolón" teléfonos de los terroristas del 11-M

El ex minero, al que Del Olmo imputa 191 asesinatos del 11-M, mantuvo un careo el pasado 19 de noviembre con el que había sido su enlace en la Policía, el jefe de estupefacientes de Avilés, "Manolón". El Mundo adelanta que Suárez Trashorras reveló que en diciembre de 2003 entregó al inspector una agenda con nombres y teléfonos de algunos de los autores materiales de los atentados. "Manolón" negó la versión de su confidente y sólo reconoció que le había desvelado que trataba con "unos moritos" asuntos de droga.

(Libertad Digital) El Mundo publica este sábado que la versión de uno y otro fueron contradictorias durante el careo mantenido el pasado mes de noviembre. Trashorras relató ese día ante el juez que en diciembre de 2003 había entregado al jefe de estupefacientes de Avilés, Manuel García Rodríguez, "Manolón", una agenda con los nombres y teléfonos de algunos de los autores materiales del 11-M. Tras escuchar sus palabras, Del Olmo pidió al inspector que le entrega el listado, pero éste negó que lo hubiera recibido. "Manolón" mantuvo entonces en el cara a cara que el ex minero sólo le había comentado, en calidad de confidente, que mantenía contactos con "unos moritos" por temas relacionados con el tráfico de droga.
 
El diario de Pedro J. Ramírez recuerda que en el informe oficial que el inspector presentó al juez el pasado 24 de abril, a instancias del ex subdirector general operativo de la Policía, Pedro Díaz Pintado, no hace referencia a esa agenda. Tampoco durante su comparecencia en la comisión del 11-M.
 
Los "negocios" de Antonio Toro
 
En ese mismo careo del 19 de noviembre, y siempre según El Mundo, Suárez Trashorras pidió a "Manolón" que diera "un susto" a Antonio Toro. Al parecer, el ex minero le relató que su cuñado "había vuelto a hacer de las suyas" al montar un "negocio" de venta de explosivos. El inspector, según la versión de Trashorras, le contestó que "la Policía no estaba para dar sustos". También reveló que, ya en prisión, le había entregado a su mujer, Carmen Toro, una carta para que se la hiciera llegar a "Manolón". Cuando fue detenida, aunque posteriormente quedó en libertad, explicó que no le pudo entregar la misiva porque no conocía el domicilio particular del inspector.  
 
El mismo día de los atentados, Trashorras coincidió con "Manolón" en un bar de Avilés y ya le dijo que la masacre había sido "cosa de los moros". Dos días después le insistió en lo mismo. Una semana después, el 18 de marzo, la Comisaría General de Información ordenó la detención del ex minero. Ese mismo fin de semana, el jefe de estupefacientes de Avilés habló tres veces con la mujer de Trashorras. El diario explica que "Carmen Toro le manifestó su preocupación por que "los moritos" con los que se había reunido un par de veces en Madrid, y a quines había invitado a su boda un mes antes pudieran ser los autores de la matanza".
 
Versiones contradictorias sobre los explosivos
 
El Mundo recuerda que Suárez Trashorras es "el único presunto miembro de la trama asturiana de los explosivos al que el juez imputa los 191 asesinatos del 11-M. Según reconoció "El Gitanillo" ante el juez de Menores de la Audiencia Nacional, fue Trashorras quien organizó el transporte de la Goma 2 desde Mina Conchita a Madrid. Sin embargo, Trashorras ha mantenido una versión distinta".
 
El ex minero explicó ante el juez Del Olmo que el sábado 28 de febrero "los moritos" llegaron a su casa de Avilés por la noche porque se habían perdido. Relató que entonces pudo ver que el maletero del coche en el que viajaban estaba repleto de dinamita.
 
Durante el careo del pasado mes de noviembre, expuso también que un policía le aconsejó, cuando fue detenido en el marco de la operación "Pipol" por tráfico de drogas, que no contara al juez nada sobre los explosivos que habían sido intervenidos. Pese a que la Guardia Civil es la encargada de custodiar y vigilar este tipo de material, la Policía no le pasó la información. En el informe del Instituto Armado se critica también el registro inadecuado de los agentes en el domicilio de otro de los detenidos, Antonio Toro. Esto permitió que su hermana, Carmen Toro, mujer de Trashorras, pudiera llevarse el resto de dinamita que no había sido descubierta para ocultarla en un hórreo de la localidad de Cogollo.

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