L D (EFE) Johanes Remkes tuvo dificultades para explicar de forma convincente por qué Mohammed B., presunto asesino de Van Gogh, no estaba considerado como un terrorista peligroso por el espionaje holandés (AIVD). Tanto los liberales en el Gobierno (VVD) como la oposición laborista (PvdA) y de los verdes (Groen Links) preguntaron por qué no se le vigilaba a pesar de que el AIVD sabía que Mohammed B. mantenía contactos con terroristas islamistas, que incluso viajaron a Pakistán para entrenarse para la Yihad.
El Grupo Wilders, cuyo líder, Geert Wilders, también está amenazado de muerte, calificó de "ingenuo" que Mohammed B. no estuviese en la lista de 150 islamistas radicales más controlados por el AIVD. En esa lista estaban incluidos, sin embargo, los dos ciudadanos holandeses que ayer fueron detenidos en La Haya en una operación de gran riesgo que mantuvo al país en vilo.
Remkes confirmó durante el debate que esos dos sospechosos forman parte, presuntamente, de una red terrorista internacional vinculada con la célula islamista que preparó los atentados de Casablanca en 2003. "La acción de ayer (por este miércoles) puso de manifiesto que era necesaria una acción inminente", dijo Remkes. Mohammed B. también formaría parte de la misma célula radical que los detenidos en La Haya. Además, la Policía detuvo a otros 5 sospechosos: 4 en Amsterdam y 1 en Amesfoort (centro del país).
La cadena de televisión privada RTL aseguró este jueves que el detenido en Amesfoort (Jermaine Watson, de 17 años) y el sospechoso que resultó herido en la operación de La Haya (Jason Walter, de 19), son dos hermanos holandeses convertidos al islamismo, de madre holandesa y padre estadounidense. Por su parte, Donner dijo que "es una ilusión pensar que el problema (del extremismo) puede ser solucionado con rapidez". Además, condenó la espiral de violencia surgida a raíz de la muerte del cineasta, que ha provocado ataques a "3 escuelas, 6 mezquitas y 7 iglesias" y dijo que es tan radical quien incendia las primeras como las segundas.