L D (EFE) Viktor Yanukovich anunció su dimisión formal el pasado 31 de diciembre, pocas horas antes de la Nochevieja, en un mensaje televisivo de felicitación, con tintes de despedida, con el que completó el triunfo electoral de Yuschenko.
Dijo entonces que "no tiene sentido" que permanezca como primer ministro, puesto que no tiene esperanzas de que el Tribunal Supremo y la Comisión Electoral Central apoyen sus intentos de impugnar los resultados de los comicios. Agregó que seguirá en la política, pero "sin ostentar algún cargo en el Gobierno" que forme Yúschenko, vencedor de los comicios como el líder de la "Revolución Naranja", la campaña popular de resistencia al fraude electoral.
La dimisión de Yanukovich había sido planteada por el Parlamento en una resolución vinculante aprobada tras la fraudulenta segunda vuelta de las elecciones del 21 de noviembre, que el Supremo invalidó por fraude masivo y dispuso repetir el 26 de diciembre. Al mismo tiempo, el equipo de Yanukovich advirtió hace dos días de que espera el tramite legal del anuncio oficial de los resultados de las elecciones para intentar impugnarlos ante el Tribunal Supremo, para lo cual tendrá un plazo de siete días desde que se hagan públicos.
Según los resultados oficiales todavía no definitivos, a falta de la declaración oficial de la Comisión Electoral, Yuschenko –tras haber ganado la primera vuelta de las elecciones por medio punto porcentual– en la segunda aventajó a su rival en un 7,81 por ciento, equivalente a unos 2,2 millones de votos. De acuerdo con los datos de la CEC, Yuschenko, líder del bloque opositor Nuestra Ucrania y ex primer ministro conocido por su vocación europeísta, consiguió el 51,99 por ciento de los votos, mientras su rival oficialista apoyado por Rusia sumó el 44,19. Yuschenko recibió el respaldo de 15.115.452 de ucranianos, mientras Yanukovich fue votado por 12.848.087 de electores.