(Libertad Digital) La cláusula que ha provocado tanta polémica fue incluida en el último momento por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el acuerdo sobre el Salario Mínimo Interprofesional y establecía una revalorización automática del mismo de acuerdo con la inflación. Tras la reunión con los sindicatos y la patronal (CEOE), el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, afirmó que el acuerdo alcanzado no incluía esta cláusula, pero después, en el Consejo de Ministros, cambió de opinión y la incluyó.
La patronal ha denunciado que no fue informada de esta variación del acuerdo y el propio vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, ha tenido que reconocer que no se tuvo en cuenta su opinión al respecto.
Después de todo este "galimatías", la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha explicado, a través de un comunicado, que no firmará el texto debido a los efectos perniciosos "e inevitables" sobre la economía, el empleo y la evolución de los precios que comportaría la introducción de esta cláusula en el Estatuto de los Trabajadores.
Por esta razón, la CEOE pide al Gobierno que retire este asunto del acuerdo y comunica que el presidente de la organización empresarial, José María Cuevas, solicitará una entrevista con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, para establecer "garantías" de que el diálogo social seguirá cauces adecuados mediante la definición del correspondiente protocolo.
La decisión de los empresarios implica que será ahora el Gobierno el que tenga que mover ficha para decidir si aprueba o no un acuerdo que sólo cuenta con el respaldo de los sindicatos y que ha generado la oposición del vicepresidente segundo, Pedro Solbes.
La postura de la CEOE
La organización empresarial que preside José María Cuevas teme que tanto el aumento del Salario Mínimo recientemente aprobado por el Gobierno (del 4,5 por ciento) como el establecimiento de una cláusula de revisión salarial generen un "efecto llamada" en la negociación de los convenios y que, por tanto, los trabajadores exijan aumentos salariales similares. Además, la patronal cree además que la cláusula de garantía salarial generaría una "espiral inflacionista" que perjudicaría al empleo y que mermaría la competitividad de la economía española.
Al igual que ocurre con Solbes, los empresarios no se oponen a garantizar el poder adquisitivo de los salarios, pero no quieren cláusulas que, a la postre, contribuyan a generar una espiral inflacionista. Si la cláusula de revisión es uno de los caballos de batalla de los sindicatos, la productividad y la necesidad de mejorar la competitividad es el principal objetivo de los empresarios en la renovación del pacto de convenios. Así lo ha manifestado el propio presidente de la CEOE, quien ha demandado fórmulas que vinculen mejor la productividad, la competitividad, los salarios y el tiempo de trabajo.