L D (Agencias) Cuando todavía no sabemos cuál es la valoración del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre el atentado del martes que causó heridas a una agente de la policía autónoma vasca; ni la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de boca del ministro de Interior, José Antonio Alonso; sí hemos podido escuchar las declaraciones del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, en las que pidió a ETA el abandono de las armas para "seguir" hablando, y las del secretario general del PSE-PSOE, Patxi López, que afirmó que "el atentado no cambia el escenario de la paz".
En respuesta a Sevilla, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Eduardo Zaplana, confió en que cuando el ministro de Administraciones Públicas hablaba de "seguir hablando" con ETA "no le traicionara el subconsciente".
Por su parte, el líder de los socialistas vascos señaló que se pueden hacer múltiples interpretaciones sobre el atentado y añadió que "da para todos los escenarios", aunque precisó que el único escenario válido para el Gobierno es "seguir utilizando todos los instrumentos del Estado de Derecho para combatir a una banda terrorista y no bajar la guardia". Preguntado por la existencia de posibles contactos o conversaciones del PSE con Batasuna-ETA, López indicó que "no sólo no los confirmo sino que los niego", y se negó a "especular" sobre esta cuestión. Consideró que la carta enviada por Batasuna-ETA al presidente del Gobierno contiene ciertos elementos "que han hecho que el Plan Ibarretxe pase a un segundo plano, y ha situado al lehendakari en el extremo de la política vasca".
El candidato a lehendakari tuvo palabras también para el lehendakari y explicó que "Ibarretxe se mantiene en la intransigencia más absoluta".
Para López, "hablar de treguas posibles o de paces inminentes es un ejercicio que nos puede llevar a más frustración y sufrimiento", e instó a "no especular y sólo a constatar realidades".
Consideró correcta la actuación del Gobierno al intentar "seguir combatiendo a ETA con toda la fortaleza del estado democrático ", y destacó su "enorme confianza" en Zapatero y en sus palabras de que "la esperanza en Euskadi ha comenzado, y que escuchará a Batasuna si cesa el ruido de las bombas".
Indicó que en las últimas semanas "ha quedado claro que Ibarretxe debe retirar su Plan y empezar de cero", algo que se constatará más cuando lo rechace el Congreso, e ironizó sobre el hecho de que el lehendakari diga que "el 51 por ciento de los votos del Parlamento vasco representan a la mayoría de la sociedad vasca mientras que el 90 por ciento de los votos del Congreso sólo representan al PP y al PSOE".