L D (Agencias) López Aguilar consideró que el hecho de que la mayor parte de los ciudadanos no hayan leído aún el texto no es un impedimento para ir a votar.
En este sentido, señaló que él sí ha leído el texto, "igual que había leído la Constitución española de 1978 aunque no tenía edad para ir a votar", pero aún así "ni entonces ni ahora creo que sea exigible haberla leído para saber que es buena, útil, histórica, que es mejor que ninguna otra alternativa que se ha probado inútil o fracasada, y mejor que no tener ninguna".
Además, se mostró convencido de que "muchos de los que se llenan la boca hablando de ella mañana, tarde y noche tampoco se la han leído", y eso no les ha impedido utilizarla "como arma arrojadiza y martillo contra el adversario".
"Esta Constitución supone un avance sensacional en la cultura de los derechos y las libertades fundamentales", justificó el ministro, antes de asegurar que el texto común "nos hace más ricos", porque es un "signo cultura, de crecimiento, de dignidad, de solidaridad y de seguridad".
"Esta Constitución supone un avance sensacional en la cultura de los derechos y las libertades fundamentales", justificó el ministro, antes de asegurar que el texto común "nos hace más ricos", porque es un "signo cultura, de crecimiento, de dignidad, de solidaridad y de seguridad".
El ministro hizo estas declaraciones durante su participación en una mesa redonda en las "Jornadas Perspectivas" sobre Política Común y Constitución Europea organizadas por el PSOE en Magaz (Palencia), López Aguilar alentó a los socialistas a trabajar para que el 20 de febrero los ciudadanos acudan masivamente a las urnas para aprobar la Carta Magna, especialmente los jóvenes.
Zapatero ironiza sobre la rectificación de la Iglesia
En el mismo acto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó su intervención para reclamar el apoyo de los ciudadanos a la Constitución de la UE en el referéndum de febrero argumentando que una Europa "más amplia y más unida" será garantía de "menos violencia terrorista y menos posiciones excluyentes en la convivencia".Esta fue la única mención del jefe del Ejecutivo que pudo interpretarse en relación a ETA o al plan Ibarretxe, además de que poco antes había dicho que le encantaba el lema “Unidos en la diversidad” tanto para Europa como para España.
Es más, Zapatero sólo incluyó en su discurso otro asunto de actualidad política como es el de la posición de la Iglesia sobre el uso del preservativo. Fue para pedir comprensión por "alguna rectificación que su Gobierno ha tenido que efectuar en nueve meses", recordando que la Iglesia tiene ya 2.000 años y esta semana ha tenido que hacer una rectificación "muy sonora en un tema de tanta relevancia social". Eso sí, hizo un compromiso de relevancia de cara al futuro, el de comparecer en una comisión parlamentaria de investigación cada vez que lo pida la oposición, como ya pasó con la del 11-M.
Malestar entre los periodistas ante la "consigna" de no hablar de tregua
Ante el malestar del gran número de medios desplazados a Magaz, en fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo se indicó a la agencia Europa Press que no era lógico que el presidente esté hablando de la posible tregua en todas sus comparecencias públicas. Esa especie de consigna se había trasladado claramente a otros miembros del Gobierno participantes en las jornadas.
Así, el titular de Administraciones Públicas, quien llegó incluso a convocar una rueda de prensa para hablar de un tema regional, no quiso contestar a ninguna pregunta sobre la tregua.
Antes, otro de los ministros presentes en estas hornadas, el de Justicia, tampoco hizo referencia a dicho asunto. Otro tanto ocurrió con el de Interior, que en su caso pasó disparado a la sala de las intervenciones sin ni siquiera atender a los medios.