L D (EFE) Las autoridades encargadas del caso confirmaron que hay una persona detenida como sospechosa de homicidio tras aparcar su vehículo en las vías del tren y causar el descarrilamiento en el que se vieron implicados tres trenes. Según las primeras informaciones, el sospechoso dirigió su vehículo, un Jeep Cherokee verde, a las vías del tren en el área de Glendale en un intento de suicidarse.
Al parecer no era su primer intento de suicidio, ya que esa misma noche se había asestado varias puñaladas y se había intentado cortar las venas, señaló el jefe de la policía de Glendale, Randy Adams. Una vez en el vehículo, el sospechoso cambió de opinión y abandonó el automóvil en las vías de ferrocarril, contra el que se estrelló el primer tren de pasajeros, que se dirigía al centro de Los Angeles. Esta primera colisión hizo descarrilar al tren de pasajeros, que chocó contra una locomotora que circulaba por la zona.
El choque del tren de cercanías contra la locomotora dejó a uno de los vagones de pasajeros bloqueando la vía contraria, donde fue golpeado por un tercer tren de cercanías que procedía del centro de Los Angeles hacia la localidad de Burbank, barrio contiguo a Glendale. Adams señaló que el sospechoso se había quedado a ver el accidente y que fue detenido por la policía sin ofrecer resistencia.
En total, hasta el momento se ha confirmado la muerte de diez personas, entre ellas un agente de policía, y han sido trasladados a diferentes centros hospitalarios en la zona otras 89 personas. El número total de víctimas resulta difícil de precisar dado que al tratarse de trenes de cercanía no existen listas de pasajeros.
Varias decenas de heridos han sido atendidos en la zona del accidente, una localidad residencial al norte de Los Angeles con una gran actividad ferroviaria a primera hora de la mañana, hora punta para acudir a los centros de trabajo. Mientras continúa la investigación de esta tragedia, el tráfico ferroviario ha quedado cortado, lo que ha paralizado el resto del transporte en la ciudad.
Al parecer no era su primer intento de suicidio, ya que esa misma noche se había asestado varias puñaladas y se había intentado cortar las venas, señaló el jefe de la policía de Glendale, Randy Adams. Una vez en el vehículo, el sospechoso cambió de opinión y abandonó el automóvil en las vías de ferrocarril, contra el que se estrelló el primer tren de pasajeros, que se dirigía al centro de Los Angeles. Esta primera colisión hizo descarrilar al tren de pasajeros, que chocó contra una locomotora que circulaba por la zona.
El choque del tren de cercanías contra la locomotora dejó a uno de los vagones de pasajeros bloqueando la vía contraria, donde fue golpeado por un tercer tren de cercanías que procedía del centro de Los Angeles hacia la localidad de Burbank, barrio contiguo a Glendale. Adams señaló que el sospechoso se había quedado a ver el accidente y que fue detenido por la policía sin ofrecer resistencia.
En total, hasta el momento se ha confirmado la muerte de diez personas, entre ellas un agente de policía, y han sido trasladados a diferentes centros hospitalarios en la zona otras 89 personas. El número total de víctimas resulta difícil de precisar dado que al tratarse de trenes de cercanía no existen listas de pasajeros.
Varias decenas de heridos han sido atendidos en la zona del accidente, una localidad residencial al norte de Los Angeles con una gran actividad ferroviaria a primera hora de la mañana, hora punta para acudir a los centros de trabajo. Mientras continúa la investigación de esta tragedia, el tráfico ferroviario ha quedado cortado, lo que ha paralizado el resto del transporte en la ciudad.