(Libertad Digital) La situación irregular en la que quedan los inmigrantes subsaharianos que son trasladados desde Canarias en aviones fletados por el Ministerio del Interior es un hecho del que ya ha informado Libertad Digital. Pese a que el Gobierno negó el hecho en un principio, ahora el diario ABC ha informado de que el Ayuntamiento de Valencia ha detectado un alarmante incremento en el número de inmigrantes que, además, llegan con graves "enfermedades infectocontagiosas" (sida y tuberculosis) y se les deja en la calle sin ningún control sanitario.
Según un informe de la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valencia, el incremento en la cadencia de estos "vuelos de la vergüenza" a partir de julio del pasado año y, especialmente en el último trimestre, se ha traducido, en una "llegada masiva" de inmigrantes que malviven en determinadas zonas de la ciudad, donde duermen bajo los puentes y subsisten gracias a la caridad.
En los últimos tres meses llegaron a la capital valenciana 553 subsaharianos en 30 aviones que fueron puestos en libertad "automáticamente por imposibilidad documental", es decir, por la imposibilidad de la Policía para determinar su identidad, su procedencia e iniciar los trámites para su expulsión, según informa ABC. El informe denuncia que muchos de estos extranjeros que son trasladados a Valencia sufren graves problemas sanitarios y "se ha detectado en muchos casos la existencia de enfermedades infectocontagiosas", en expresa referencia al sida y la tuberculosis.
El Ayuntamiento de Valencia recuerda que los inmigrantes permanecen en los Centros de Canarias "aproximadamente un mes" y no se les realiza "ningún tipo de análisis". El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales lo niega. Desde la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración aseguran que "lo primero que se hace cuando llegan a los Centros de Internamiento de Canarias es someterles a un reconocimiento médico".
Además, los servicios sociales del Ayuntamiento de Valencia denuncian haber detectado "menores de edad en situación de desprotección que han sido trasladados a la ciudad de Valencia, vulnerándose así la legislación, ya que no son remitidos a los centros de protección pertinentes". El responsable de la sección de Extranjería del Colegio de Abogados de Valencia, Francisco Solans, "tiene constancia" de que la Policía trata como adultos a inmigrantes adolescentes, al "obviar" el margen de error de dos años que tienen las pruebas forenses de medición de articulaciones que se practican para determinar la edad.
El informe denuncia la "descoordinación total del Gobierno con los entes locales" y califica de "inhumano" el trato que el Ejecutivo central da a estos inmigrantes, a los que deja "totalmente desamparados en diferentes puntos de la ciudad". Esto favorece "bolsas de marginación y pobreza" y abocando a muchas de estas personas a la "marginación, la prostitución y la explotación laboral".
Fuentes de Interior cifran en 126 los aviones que llegaron a Valencia en 2004 con 1.742 "sin papeles" subsaharianos procedentes de las islas. Sólo en el segundo semestre, Valencia recibió 914 "ilegales", pese a que se fletaron nueve vuelos menos que en los primeros seis meses del año, periodo en el que Interior envió a Valencia 828 inmigrantes. Tras un paso fugaz por el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia, donde se les ficha, quedan en libertad, a veces con una orden de expulsión, que en la mayoría de los casos no se puede realizar al no existir convenios de repatriación con sus países de origen y que no siempre se consigue averiguar cuáles son.
El Ayuntamiento critica, para terminar, la desinformación de los extranjeros, quienes "han sido trasladados con un desconocimiento total de su situación administrativa". Pese a que poseen órdenes de expulsión, los "sin papeles" creen que cuando llegan se encuentran en "situación legal normalizada". Además, muestran una gran "desorientación geográfica", no saben donde están y llegan a decir que "Valencia no era el lugar de destino que habían solicitado".