L D (Europa Press) La vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo este viernes que el Ejecutivo no percibió ninguna "advertencia" en la manifestación del ex presidente Felipe González en Chile ante Rodríguez Zapatero de que los procesos de centrifugación son peligrosísimos.
Es más, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros De la Vega subrayó que la posición del Gobierno respecto a las reformas estatutarias y de cuatro aspectos limitados de la Constitución eran tan conocidas que ni siquiera merecía la pena reiterarlas. Asimismo, recalcó que la posición del Ejecutivo en esas modificaciones no han cambiado y siguen siendo las mismas, con lo que de forma indirecta venía a responder a Maragall que no se apoya su reivindicación de reforma del artículo 2 de la Constitución para introducir el término de comunidad nacional.
La Portavoz del Gobierno insistió mucho en que el PSOE no defiende ningún cambio en el modelo de Estado porque ha funcionado muy bien, sino algunas mejoras que requiere el mismo tras tantos años desde su puesta en marcha, cambios que indicó apoyan los presidentes de "todas" las Comunidades Autónomas.
López Aguilar, molesto por las declaraciones de González
El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, subrayó que las opiniones expresadas por el ex presidente del Gobierno Felipe González son sólo eso, opiniones y "suyas", no del PSOE o del Gobierno.
El ministro, que asiste a una reunión informal de ministros de Justicia e Interior de la UE en Luxemburgo, subrayó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "está impulsando con coraje reformas institucionales que quieren mejorar el perfeccionamiento y el rendimiento del Estado autonómico, y que apuntan en el horizonte de esta legislatura a una reforma de la Constitución".
López Aguilar consideró "lógico que quien ha ostentado responsabilidades de Gobierno durante 14 años (Felipe González) aporte sus valoraciones". "Son las suyas, pero es evidente que en España hemos conseguido conjugar unidad, diversidad, distribuir competencias y responsabilidades con una profundidad y eficacia nunca conocidas antes en nuestra historia", remarcó López Aguilar.
A su juicio, todo ello es un buen punto de partida "para tener confianza en nosotros mismos y optimismo para emprender reformas constitucionales porque España es un Estado constitucional plenamente consolidado y nos lo podemos permitir". "Con ello no solamente podemos no sólo actualizar los objetivos del Estado si no aumentar la calidad de la vida de la gente", aseveró