(Libertad Digital) El pasado martes 4 de noviembre, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, acudió al programa "La Mañana" de la Cadena COPE para explicar sus presupuestos de 2004, incluida la subida generalizada de impuestos.
Gallardón hizo entonces cuatro afirmaciones rotundas. Negó que los impuestos se hubieran subido; dijo que todo por lo que ahora se le critica estaba en su programa electoral; reconoció que no podría aumentar el IBI a las casas vacías porque Hacienda no había desarrollado el reglamento de la ley; y aseguró que no habría déficit público pese al aumento del endeudamiento municipal en cerca de 850 millones de euros.
De estas afirmaciones, las dos primeras ha quedado demostrado que no son verdad. En la tercera, referida al incremento del 50 por ciento en el Impuesto de Bienes Inmuebles a las casas vacías, no tuvo más remedio que admitir la evidencia y este lunes anunció, a bombo y platillo, que retiraría la medida. Pero quedaba por saber cómo iba a conseguir Gallardón que la deuda no computara como déficit. Ahora ya se sabe.
Maquillaje en las cuentas o contabilidad creativa
Según informa este miércoles el diario económico Cinco Días, el concejal de Hacienda, Juan Bravo (que sigue aumentando su popularidad entre los madrileños), anunció, en una reunión organizada por AIAF con agentes relacionados con la financiación pública, que propondrá "iniciativas y medidas para mejorar la gestión del endeudamiento" de los municipios. Al igual que con el programa electoral, se necesita traducción para saber qué quiere decir el equipo de Gallardón.
Bravo concretó y pidió que los topes de "ahorro neto" y "deuda viva" se apliquen únicamente a la parte del sector público local que se considere Administración, pero que se excluya a las empresas públicas. Además, el consejero de Hacienda quiere que no se considere endeudamiento exterior el que se lleve a cabo en euros con entidades residentes en la Unión Europea. Para llevar a cabo estas propuestas, Bravo señaló que es necesario "homogeneizar" la Ley de Estabilidad Presupuestaria con la nueva Ley Reguladora de Haciendas Locales.
Precisamente esta Ley es la que posibilita a los ayuntamientos subir el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a las casas vacías. De momento, Barcelona, Sevilla, Mahón y Alcorcón (ciudades gobernadas por el PSOE) se han apuntado a una medida que no se podrá aplicar hasta que el Ministerio de Hacienda explique qué entiende por casa vacía. En Madrid, Gallardón amenaza con hacerlo en 2005.