L D (EFE) Después de la victoria por un sólo gol de Croacia ante Suecia, la selección española conoce a todos rivales de la segunda ronda. Alemania, Serbia-Montenegro y Noruega, por ese orden, serán los equipos a los que se tenga que enfrentar en la segunda fase de clasificación del Campeonato del Mundo de Balonmano, que se disputará del 31 de enero al 3 de febrero en la localidad tunecina de Nabeul. A falta de conocer el horario de los partidos, España jugará contra Alemania el lunes día 31, frente a Serbia-Montenegro el día 1, martes, y ante Noruega el día 3, jueves.
Pastor dispuso un bloque atacante con Juan Pérez en el pivote, Juanín García y Fernando Hernández en los extremos, y Demetrio Lozano, Iker Romero y Mariano Ortega en la primera línea durante los primeros minutos. Mantuvo a éste en defensa con la única variación de Raúl Entrerríos por Romero. En el ecuador de la primera parte, Rubén Garabaya sustituyó a Pérez en el pivote, poco después Mateo Garralda suplió a Ortega y Alberto Entrerríos a Lozano. Cumplido el minuto 20, David Davis ocupó la posición de García para aplicar la defensa 5-1 y José María Rodríguez salió de central.
En definitiva, descartados Rolando Uríos y Albert Rocas, todos los efectivos del seleccionador español pisaron la cancha en el primer período a excepción de Jose Javier Hombrados. Un partido más para ver actuar a todos los jugadores e intentar concretar esa defensa que se abstenga de salir al choque y mediante el amago logre robar el balón sin caer en el peligro de la exclusión. Además, supuso la reaparición de Lozano, el jugador que menos minutos ha participado en lo que va de campeonato. Este ha sido su segundo choque tras haber tenido minutos contra Australia.
Enfrente, Argentina manipuló a España con prácticamente los mismos hombres a lo largo de este período. Martin Viscovich desde el centro, Bruno Civelli y unas veces Eric Gull y otras Alejandro Marine en los laterales, con Gonzalo Viscovich y Andrés Kogovsek en los extremos y Conzalo Carou alternando en el pivote con Sergio Crevatin. La ausencia de tensión, dado que España no se jugaba nada, y la falta de necesidad de forzar la maquinaria deslucieron su actuación con una defensa poco efectiva y un ataque un tanto desordenado. Argentina se desenvolvía bien, encontraba sin excesivos problemas a su pivote Carou, máximo artillero en esta parte, y se mantuvo a flote con los aciertos de Gull y Kogovsek.
España llegó a permanecer hasta siete minutos sin marcar (del 5 al 12), lo que permitió que Argentina neutralizara el marcador que marchó igualado hasta los primeros 30 minutos. Tras el descanso siguieron los ensayos, con la salvedad de que España cargó baterías y el desarrollo de su juego experimentó alguna que otra mejoría. No tardó en irse en el marcador, pues desde el minuto 38 al 46 mantuvo su portería imbatida, mientras que incrementó su cuenta en siete tantos, pero mantuvo la cabeza fría, sin interés de machacar al contrario que hoy se despedía de la cita y sin correr el riesgo de poder padecer alguna lesión con vistas a las próximas jornadas.
Pastor dispuso un bloque atacante con Juan Pérez en el pivote, Juanín García y Fernando Hernández en los extremos, y Demetrio Lozano, Iker Romero y Mariano Ortega en la primera línea durante los primeros minutos. Mantuvo a éste en defensa con la única variación de Raúl Entrerríos por Romero. En el ecuador de la primera parte, Rubén Garabaya sustituyó a Pérez en el pivote, poco después Mateo Garralda suplió a Ortega y Alberto Entrerríos a Lozano. Cumplido el minuto 20, David Davis ocupó la posición de García para aplicar la defensa 5-1 y José María Rodríguez salió de central.
En definitiva, descartados Rolando Uríos y Albert Rocas, todos los efectivos del seleccionador español pisaron la cancha en el primer período a excepción de Jose Javier Hombrados. Un partido más para ver actuar a todos los jugadores e intentar concretar esa defensa que se abstenga de salir al choque y mediante el amago logre robar el balón sin caer en el peligro de la exclusión. Además, supuso la reaparición de Lozano, el jugador que menos minutos ha participado en lo que va de campeonato. Este ha sido su segundo choque tras haber tenido minutos contra Australia.
Enfrente, Argentina manipuló a España con prácticamente los mismos hombres a lo largo de este período. Martin Viscovich desde el centro, Bruno Civelli y unas veces Eric Gull y otras Alejandro Marine en los laterales, con Gonzalo Viscovich y Andrés Kogovsek en los extremos y Conzalo Carou alternando en el pivote con Sergio Crevatin. La ausencia de tensión, dado que España no se jugaba nada, y la falta de necesidad de forzar la maquinaria deslucieron su actuación con una defensa poco efectiva y un ataque un tanto desordenado. Argentina se desenvolvía bien, encontraba sin excesivos problemas a su pivote Carou, máximo artillero en esta parte, y se mantuvo a flote con los aciertos de Gull y Kogovsek.
España llegó a permanecer hasta siete minutos sin marcar (del 5 al 12), lo que permitió que Argentina neutralizara el marcador que marchó igualado hasta los primeros 30 minutos. Tras el descanso siguieron los ensayos, con la salvedad de que España cargó baterías y el desarrollo de su juego experimentó alguna que otra mejoría. No tardó en irse en el marcador, pues desde el minuto 38 al 46 mantuvo su portería imbatida, mientras que incrementó su cuenta en siete tantos, pero mantuvo la cabeza fría, sin interés de machacar al contrario que hoy se despedía de la cita y sin correr el riesgo de poder padecer alguna lesión con vistas a las próximas jornadas.