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El PIB creció en 2004 dos décimas por debajo de las previsiones del Gobierno

Según el Banco de España, el PIB creció el 2,6 por ciento el año pasado, dos décimas por debajo a las previsiones del Gobierno y lejos del aumento registrado en el primer trimestre, cuando se creció a un ritmo del 2,7 por ciento, todavía con el Gobierno Aznar. De cara al futuro, la entidad ha insistido en la importancia de la moderación salarial y en el peligro de las cláusulas de revisión relacionadas con el IPC. Las perspectivas no son optimistas; la Confianza Empresarial ha caído 7,7 puntos.

L D (EFE) Este organismo destaca que 2004 cerró "con un ligero repunte de la actividad" y explica que, aunque la demanda interna se desaceleró levemente en el cuarto trimestre, la mejora del turismo y una cierta reducción del crecimiento de las importaciones permitieron moderar la contribución negativa de la demanda externa.

En cualquier caso, el Banco de España reseña que la economía española terminó el año en línea con sus tendencias anteriores: notable avance de la demanda interna, fuerte aportación negativa del sector exterior y elevado ritmo de creación de empleo.
 
En el contexto internacional, subraya que 2004 se caracterizó por un crecimiento muy elevado, con una tendencia de recuperación en la mayor parte de las áreas económicas, acompañada de un notable impulso del comercio internacional. Sin embargo, a pesar de esta fortaleza, se ha producido cierta desaceleración a lo largo del año, debido al giro en el tono de la política económica y al encarecimiento del petróleo, y vaticina que en 2005 se mantendrá la expansión mundial "a un ritmo más contenido".

En lo que se refiere a España, el boletín calcula que la demanda interna creció el año pasado el cuatro por ciento (frente al 3,2 por ciento de 2003), reflejando un mayor aumento tanto del consumo como, principalmente, de la inversión, mientras que la aportación negativa del sector exterior se intensificó notablemente, hasta 1,5 puntos (siete décimas más).

Según el Banco de España, el consumo privado se incrementó en torno al 3,3 por ciento, tasa claramente superior a la de 2003, debido al incremento de la renta real disponible, las favorables condiciones de financiación y el importante aumento de la riqueza, tanto financiera como no financiera, basado en la revalorización de la vivienda y la recuperación de la Bolsa. La inversión finalizó el año con una ligera desaceleración, tras el notable avance del tercer trimestre, a pesar de lo que el componente de bienes de equipo aumentó más del 5,5 por ciento y la construcción creció a una tasa similar a la de 2003 (4,3 por ciento).

El Banco de España detectó cierta moderación de la contribución negativa del sector exterior en el cuarto trimestre (alrededor de 1,6 puntos), tras haberse intensificado notablemente a lo largo de los trimestres anteriores, debido en gran medida a las pérdidas de competitividad derivadas de la apreciación del euro y al mantenimiento del diferencial de precios con los socios comerciales.

El Banco de España, en contra de las cláusulas de revisión salarial

En cuanto al mercado laboral, afirma que la recuperación del PIB en el cuarto trimestre vino acompañada de un repunte similar del empleo y calcula que en el conjunto de 2004 el incremento fue del 2,1 por ciento (frente al 1,7 por ciento de 2003) lo que provocó un recorte adicional del aumento de la productividad.
 
El Banco valora también la moderación de los salarios, aunque insiste en que el aumento de la remuneración es todavía elevado en comparación a las economías del entorno, y prevé un repunte alcista de los sueldos en 2005, debido al efecto de las cláusulas de salvaguarda (IPC), que entrarán en vigor por la subida del petróleo. En este sentido, reitera que la pervivencia de mecanismos de indexación refuerza la inercia inflacionista de la economía, limitando su capacidad de respuesta ante los choques inesperados que puedan afectarla.
 
El Banco de España concluye que, para que la economía española pueda seguir manteniendo el diferencial de crecimiento que sustenta su proceso de convergencia real con la zona euro, es preciso mantener la estabilidad presupuestaria, pero también aplicar medidas que promuevan el potencial de crecimiento. Por eso, considera una oportunidad para avanzar en esa dirección el anunciado conjunto de medidas de fomento de la competitividad que el Gobierno prevé presentar este mes.

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