L D (Europa Press) Moragas, por su parte, aprovechó la ocasión para acusar al ministro de mantener entonces "silencio" y expresarse hoy con un "galimatías verbal" y le dijo, además, que su problema es que ni él mismo sabe si trabaja "para España, para Marruecos y si defiende el sector turístico, pesquero o vitivinícola de otros países o del español".
"Su problema es que ya no sabe para quién trabaja y, lo que es peor, no lo saben los españoles", alegó Moragas quien no pidió la dimisión del ministro sino que le sugirió abordar consigo mismo una "reflexión" y "pensar en los españoles".
Posteriormente, al ser preguntado por Gustavo de Arístegui, Moratinos dijo que la visita secreta del ministro de Defensa, José Bono, a Venezuela era "normal" entre "países amigos". Además se atribuyó una "participación importante" en la solución del reciente conflicto diplomático entre Colombia y Venezuela.
Mejorar "el diálogo y la cooperación" con EEUU
Horas antes, en la Comisión de Exteriores, Moratinos explicó las prioridades del Gobierno en política exterior, entre las que situó buscar la mejora del diálogo y la cooperación con Estados Unidos, "de manera realista, tanto bilateralmente como a través de la Unión Europea".
Moratinos, después de acusar a Aznar de instigar el golpe de Estado en Venezuela en el año 2002 y no rectificar, pide ahora consenso al PP en política exterior. El portavoz del PP en la Comisión de Esteriores, Gustavo de Arístegui, consideró que no hay base suficiente para restablecer el consenso y dijo que no veía en el discurso del ministro, que tildó de "agresivo", la mano tendida para ello.
El resto de portavoces respaldaron la nueva política exterior emprendida por el Gobierno, especialmente en Iberoamérica y el Magreb, que abandona al pueblo Saharaui a favor del régimen autoritario marroquí, y se limitaron a expresar sus diferencias de visión sobre el referéndum de la Constitución Europea o a reclamar del ministro aclaraciones sobre los posibles cambios en la presencia de España en Afganistán, como hizo el portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares.
Lamentó, en este contexto, que el presidente Zapatero no vaya a entrevistarse con George W.Bush en Bruselas o que la nueva secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice, no haya incluido España en su primera gran gira europea. De paso, le preguntó si el Gobierno está invitado a la Conferencia sobre Oriente Próximo convocada en Londres por el primer ministro británico Tony Blair.
Además, Arístegui advirtió al ministro de las consecuencias económicas negativas que determinados sectores españoles, como los exportadores de frutas y verduras, están empezando a tener con Estados Unidos al ver sus contratos cancelados por las tensas relaciones entre Madrid y Washington.
Moratinos negó la pérdida de influencia económica en Estados Unidos recordando que la General Motors se acaba de instalar en Cartagena, retó al portavoz popular a encontrar una cita peyorativa hacia Estados Unidos pronunciada desde que es ministro y subrayó que, tras lo que calificó de "lógica decepción" por la retirada de tropas de Irak, la relación con Washington es de "normalidad".
Respondiendo a la pregunta de Arístegui, el titular de Exteriores confirmó que él mismo acudirá a Londres a la Conferencia sobre Oriente Próximo "con el visto bueno norteamericano" porque España, dijo, está invitada donde puede aportar un "valor añadido".
Y sobre la misión española en Afganistán señaló que el ministro de Defensa, José Bono, tendrá ocasión de informar en sede parlamentaria sobre la misma. De momento, Moratinos recordó que lo único que se ha producido es una una propuesta de la OTAN que el Gobierno está estudiando pero que no hay una decisión tomada y que, en todo caso, se hará con la decisión previa del Parlamento.
