L D (Agencias) Exteriores informó en un comunicado del fallecimiento de Perdiguero después de trasladar a su familia "la triste noticia", descubierta por el equipo de forenses españoles que, en coordinación con un grupo internacional médico, identificó el cadáver del español que fue dado por desaparecido en la isla de Phuket (Tailandia). La Embajada de España en Bangkok ha iniciado los trámites necesarios para facilitar la repatriación a España de los restos mortales del español fallecido, tarea en la que "prestará toda la ayuda necesaria", aseguró el ministerio en la misma nota.
Manuel Perdiguero, alicantino de 35 años de edad, y Manel Vila, barcelonés de 53 años afincado en Ibiza, desaparecieron en el maremoto del 26 de diciembre y no fueron localizados ninguno de los dos hasta hoy, al aparecer el cadáver del primero. Agentes de la Policía Científica española han trabajado, junto a otros cientos de especialistas, en el Centro de Identificación de Víctimas del desastre, instalado en Phuket y coordinado por Interpol en cuya base de datos se cruzan los datos "antemorten y postmorten" de los desaparecidos.
Cuatro agentes de la Comisaría General de la Policía Científica regresaron este jueves a España desde Tailandia sin encontrar a los dos españoles, tras permanecer en el país asiático durante un mes colaborando en las tareas de identificación de los fallecidos. Perdiguero y Vila fueron vistos con vida por última vez pocos minutos antes de que las gigantescas olas arrasaran sus respectivos alojamientos en la playa de Khao Lak, a unos 130 kilómetros al norte de la ciudad de Phuket.
Ambos figuraban en la lista de desaparecidos que el Ministerio de Asuntos Exteriores confeccionó nada más ocurrir la catástrofe, y de la que fue retirando nombres a medida que recibía información sobre el paradero de los españoles echados en falta por sus familiares o amigos. La playa de Khao Lak, de unos veinte kilómetros de longitud y situada en la provincia de Phang Nga, y la popular playa de Patong, en la provincia de Phuket fueron, junto a las islas Phi Phi, las áreas que más notaron los devastadores efectos de las enormes olas.
Por el momento, la cifra provisional de víctimas mortales supera las 200.000, aunque siguen apareciendo cadáveres y otras miles de personas están desaparecidas.