L D (EFE) El equipo que entrena Javier Lozano, que llegó a Ostrava el viernes por la noche, quiere repetir el doblete que consiguió a principios de 2001 en Moscú, cuando añadió el título de campeón de Europa al mundial ganado en diciembre de 2000 en Guatemala. La misión es complicada, pero también lo era hace dos meses en el Campeonato del Mundo de Taiwán y la selección española confirmó que es la mejor de todas.
España comparte el grupo B del torneo, el más difícil, con Hungría, Portugal e Italia, mientras que el A está formado por República Checa, Ucrania (finalista en 2001 y 2003), Rusia (campeona en 1999) y Holanda. Su debut, el lunes a partir de las 12.30 horas, será ante Hungría, en teoría el rival menos complicado del grupo, una selección que nunca ha disputado la fase final del Campeonato de Europa y que no debería crear excesivos problemas a los hombres de Lozano.
España ha jugado nueve partidos contra Hungría en toda su historia, con un balance muy favorable. Ha ganado ocho, la mayoría por goleada. La única derrota (6-4) se remonta a 1986. El martes, a partir de las 16.30, tendrá como rival a Portugal, una selección siempre difícil de batir a la que España superó por 3-1 en la segunda fase del último Mundial. Los portugueses nunca han superado la primera ronda en un Campeonato de Europa. La primera fase del torneo se cerrará el jueves, a las 19.30, ante Italia, vigente campeona de Europa, una selección plagada de jugadores brasileños nacionalizados, en un duelo con sabor a revancha para ambos contendientes.
Los españoles quieren recuperar el título europeo que los transalpinos les arrebataron en 2003, mientras que a los italianos tardará mucho tiempo en olvidárseles la derrota que sufrieron a manos de los jugadores de Lozano en la final del último Mundial (2-1) y seguro que buscaran la victoria con ahínco. España afronta el Campeonato de Europa con todos los campeones del mundo, a excepción de Pipe (Azkar Lugo), que sufre una luxación en un hombro, pero recupera a Daniel (Boomerang Interviú), ausente en Taiwán por culpa de una lesión de rodilla.
Además, la selección española tendrá a su favor la superficie de juego, ya que se jugarán los partidos sobre las dos pistas azules de parqué de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). La UEFA solicitó a la LNFS la cesión de las pistas para este campeonato. Una se colocará en el CEZ Arena, la sede principal, con capacidad para 10.000 espectadores, y la otra en el Sareza Hall, un pabellón más pequeño en el que sólo se disputarán dos partidos durante todo el torneo.
España comparte el grupo B del torneo, el más difícil, con Hungría, Portugal e Italia, mientras que el A está formado por República Checa, Ucrania (finalista en 2001 y 2003), Rusia (campeona en 1999) y Holanda. Su debut, el lunes a partir de las 12.30 horas, será ante Hungría, en teoría el rival menos complicado del grupo, una selección que nunca ha disputado la fase final del Campeonato de Europa y que no debería crear excesivos problemas a los hombres de Lozano.
España ha jugado nueve partidos contra Hungría en toda su historia, con un balance muy favorable. Ha ganado ocho, la mayoría por goleada. La única derrota (6-4) se remonta a 1986. El martes, a partir de las 16.30, tendrá como rival a Portugal, una selección siempre difícil de batir a la que España superó por 3-1 en la segunda fase del último Mundial. Los portugueses nunca han superado la primera ronda en un Campeonato de Europa. La primera fase del torneo se cerrará el jueves, a las 19.30, ante Italia, vigente campeona de Europa, una selección plagada de jugadores brasileños nacionalizados, en un duelo con sabor a revancha para ambos contendientes.
Los españoles quieren recuperar el título europeo que los transalpinos les arrebataron en 2003, mientras que a los italianos tardará mucho tiempo en olvidárseles la derrota que sufrieron a manos de los jugadores de Lozano en la final del último Mundial (2-1) y seguro que buscaran la victoria con ahínco. España afronta el Campeonato de Europa con todos los campeones del mundo, a excepción de Pipe (Azkar Lugo), que sufre una luxación en un hombro, pero recupera a Daniel (Boomerang Interviú), ausente en Taiwán por culpa de una lesión de rodilla.
Además, la selección española tendrá a su favor la superficie de juego, ya que se jugarán los partidos sobre las dos pistas azules de parqué de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). La UEFA solicitó a la LNFS la cesión de las pistas para este campeonato. Una se colocará en el CEZ Arena, la sede principal, con capacidad para 10.000 espectadores, y la otra en el Sareza Hall, un pabellón más pequeño en el que sólo se disputarán dos partidos durante todo el torneo.