L D (EFE) Así lo anunció la edil de Urbanismo, Pilar Martínez, quien reconoció que la situación meteorológica ha venido a complicar los trabajos, aunque aseguró que cada nueva actuación "se contrasta" para garantizar "el riesgo cero" de los trabajadores y el entorno, para lo cual además se ha elaborado una valoración de riesgos que se remitirá a la Comunidad de Madrid antes de iniciar el desmontaje.
Según la concejala, se han tabicado todos los accesos al edificio, especialmente los del sótano uno y el dos, si bien no ha sido necesario hacerlo en los otros dos -el tres y el cuatro- y se ha perimetrado toda la zona de afección cerrando todo y dejando accesos para los que trabajarán en la obra. Además, "se ha instalado un sistema de comunicación audiovisual para el seguimiento exterior del desmontaje del edificio, con cámaras instaladas en otros edificios para ver cómo se trabaja, dando más seguridad y evitando riesgos", añadió Martínez, quien cree que la policía científica entrará este miércoles en el edificio.
Martínez reconoció que cuando empiece la demolición "es posible que la policía quiera seguir investigando y tengamos que recoger elementos del edificio que debamos poner a disposición de la investigación". "Por ahora", añadió, "nuestra obligación es acompañar a la policía, avisar de los riesgos que tiene al entrar y por dónde deben hacerlo, porque la situación desde la cuarta planta es muy complicada".
Martínez indicó que "los sótanos del Windsor son un verdadero laberinto, con entradas y salidas por todas partes, y lo que hemos hecho es tabicarlos todos y perimetrar la zona de obra para garantizar la seguridad del desmontaje". Algunos trabajos podrían desarrollarse de noche, y Martínez insistió en que "nuestra preocupación es desmontar cuanto antes el edificio por la afección a la ciudadanía, pero la investigación es de la policía y la juez, y son ellos quienes tienen que decir el tiempo que necesitan para sus valoraciones".
Aseguró que "la causa del incendio se conocerá pero no voy a aventurar algo que puede confundir a la opinión pública y las aseguradoras. Cuando el edificio se demuela, las aseguradoras se van a matar entre sí, pero ese es su problema, nuestra obligación es otra, porque está en riesgo la seguridad". "La zona está afectada en el tráfico, los comercios, las empresas, y hay que devolver la normalidad a la ciudad, y una vez que el peligro ya no exista, cada uno que haga su trabajo, pero no entraremos en especulaciones", concluyó.
Según la concejala, se han tabicado todos los accesos al edificio, especialmente los del sótano uno y el dos, si bien no ha sido necesario hacerlo en los otros dos -el tres y el cuatro- y se ha perimetrado toda la zona de afección cerrando todo y dejando accesos para los que trabajarán en la obra. Además, "se ha instalado un sistema de comunicación audiovisual para el seguimiento exterior del desmontaje del edificio, con cámaras instaladas en otros edificios para ver cómo se trabaja, dando más seguridad y evitando riesgos", añadió Martínez, quien cree que la policía científica entrará este miércoles en el edificio.
Martínez reconoció que cuando empiece la demolición "es posible que la policía quiera seguir investigando y tengamos que recoger elementos del edificio que debamos poner a disposición de la investigación". "Por ahora", añadió, "nuestra obligación es acompañar a la policía, avisar de los riesgos que tiene al entrar y por dónde deben hacerlo, porque la situación desde la cuarta planta es muy complicada".
Martínez indicó que "los sótanos del Windsor son un verdadero laberinto, con entradas y salidas por todas partes, y lo que hemos hecho es tabicarlos todos y perimetrar la zona de obra para garantizar la seguridad del desmontaje". Algunos trabajos podrían desarrollarse de noche, y Martínez insistió en que "nuestra preocupación es desmontar cuanto antes el edificio por la afección a la ciudadanía, pero la investigación es de la policía y la juez, y son ellos quienes tienen que decir el tiempo que necesitan para sus valoraciones".
Aseguró que "la causa del incendio se conocerá pero no voy a aventurar algo que puede confundir a la opinión pública y las aseguradoras. Cuando el edificio se demuela, las aseguradoras se van a matar entre sí, pero ese es su problema, nuestra obligación es otra, porque está en riesgo la seguridad". "La zona está afectada en el tráfico, los comercios, las empresas, y hay que devolver la normalidad a la ciudad, y una vez que el peligro ya no exista, cada uno que haga su trabajo, pero no entraremos en especulaciones", concluyó.