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Diputados italianos reconocen que se pagó un rescate por la liberación de la periodista Sgrena

El debate sobre el pago del rescate por la liberación de la periodista italiana Giuliana Sgrena, que había quedado aplazado tras el incidente con soldados de EEUU, volvió este martes al primer plano al reconocer algunos diputados que se había efectuado y en medio de las evasivas del Gobierno. Algunos parlamentarios, de la oposición y de la mayoría gubernamental, admitieron en privado que se había pagado el rescate, una sospecha que está en la calle desde hace días, pero quien se atrevió a decirlo de forma explícita fue el diputado de la Liga Norte Cesare Rizzi.

El debate sobre el pago del rescate por la liberación de la periodista italiana Giuliana Sgrena, que había quedado aplazado tras el incidente con soldados de EEUU, volvió este martes al primer plano al reconocer algunos diputados que se había efectuado y en medio de las evasivas del Gobierno. Algunos parlamentarios, de la oposición y de la mayoría gubernamental, admitieron en privado que se había pagado el rescate, una sospecha que está en la calle desde hace días, pero quien se atrevió a decirlo de forma explícita fue el diputado de la Liga Norte Cesare Rizzi.

L D (EFE) "Se ha pagado un rescate con el dinero de todos los italianos", dijo Rizzi desde su escaño, antes de achacar a la periodista del periódico Il Manifesto que primero hubiera llorado en el vídeo (difundido por sus captores) y luego declarara en Italia "que le habían tratado bien".

También el ex senador Emanuele Macaluso corroboró ese desembolso, cifrado por algunas fuentes en al menos 6 millones de euros, con la demanda de que se "aclare el equívoco que se vive en Italia, donde formalmente se dice que hay firmeza sobre los rescates, pero sustancialmente se paga".

Tras comparecer en el Parlamento para informar sobre el cautiverio de Sgrena y la muerte por disparos de soldados norteamericanos del agente del Servicio de Inteligencia Militar italiano (Sismi) Nicola Calipari, que fue quien realmente logró la liberación de la periodista, el ministro de Exteriores, Gianfranco Fini, se salió por la tangente, pero sin negar el pago. "Hemos seguido vías diplomáticas, políticas y de servicios secretos y hemos verificado de forma concienzuda decenas y decenas de pistas", dijo Fini en respuesta a la pregunta concreta por parte de la prensa de si se había concretado un rescate.

En su intervención previa ante los diputados, Fini señaló que el Gobierno mantendrá la reserva sobre algunos particulares de la operación para liberar a Sgrena, "no porque sintamos vergüenza, sino para evitar represalias a nuestros diplomáticos en la zona". Muchos observadores interpretaron esta frase como la certificación de que hubo dinero de por medio para conseguir que la periodista italiana fuera puesta en libertad. Nadie desde los escaños de la oposición replicó sobre el asunto al ministro, porque hay un consenso general en el país sobre esta practica, con el argumento de que por encima de todo está la vida de los rehenes.

El diputado de Refundación Comunista Ramon Mantovani incluso agradeció al Gobierno sus esfuerzos y se mostró satisfecho porque se hubiera elegido, una vez más, la vía de la negociación. Desde distintos sectores se ha apuntado en los últimos días, como ya se había hecho en anteriores ocasiones, que la liberación de la periodista de Il Manifesto se produjo tras el pago de un rescate, que algunos medios fijan entre 6 y 8 millones de euros. El pasado sábado, el diputado cristiano Yonadam Kanna, secretario del Movimiento Democrático Asirio de Irak, apuntó, en declaraciones a una televisión belga, que por la liberación de la reportera italiana se desembolsó un millón de dólares.

El Gobierno negoció la liberación de terroristas en el caso de "las dos Simonas"

El Corriere va más allá y en su edición de hoy informa, citando a fuentes de los servicios secretos, que para liberar a las "dos Simonas" el Gobierno italiano logró que fueran excarcelados por Jordania dos presos ligados al entramado de Al-Qaeda. Se habla de dinero en el caso de los tres guardaespaldas secuestrados en abril de 2004 y para repatriar el cadáver de un cuarto, Fabrizzio Quattrochi, asesinado a sangre fría, y se dice que asimismo se negocia por los restos mortales del periodista Enzo Baldoni, ejecutado en agosto pasado.

Esta política de Italia con sus rehenes en Irak está abiertamente enfrentada con la posición que mantiene Estados Unidos, que sostiene que pagar rescates es un hecho pernicioso, que pone en peligro la vida de otras personas y ayuda a financiar a los grupos terroristas. Las fuertes diferencias sobre este asunto no son ajenas, como reconocen diversos analistas, a la carga de tensión añadida que existe en el contencioso que enfrenta a Roma y Washington por la clarificación del luctuoso final del secuestro de Giulina Sgrena.

Como no son ajenas al debate de fondo las maniobras de los supuestos secuestradores de la reportera de Il Manifesto, que este martes difundieron un vídeo, emitido por televisiones italianas, en el que afirman que no cobraron cantidad alguna, aunque les fue ofrecida.

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