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Blázquez compatibilizará el Obispado de Bilbao con la presidencia de la Conferencia Episcopal

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha anunciado su intención de seguir en Bilbao y compatibilizar su nuevo cargo con el de obispo de la diócesis vizcaína. Blázquez ha afirmado que él "es obispo y no un político" y, con una convocatoria electoral en el País Vasco a la vista, ha dicho que no va a entrar a valorar cuestiones de carácter político. Del mismo modo, ha dejado claro que no habrá demasiados cambios respecto a la etapa de Rouco Varela porque ambos comparten el mismo programa, "el de Jesucristo".

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha anunciado su intención de seguir en Bilbao y compatibilizar su nuevo cargo con el de obispo de la diócesis vizcaína. Blázquez ha afirmado que él "es obispo y no un político" y, con una convocatoria electoral en el País Vasco a la vista, ha dicho que no va a entrar a valorar cuestiones de carácter político. Del mismo modo, ha dejado claro que no habrá demasiados cambios respecto a la etapa de Rouco Varela porque ambos comparten el mismo programa, "el de Jesucristo".
L D (Agencias) Ricardo Blázquez, que ofreció este lunes su primera conferencia de prensa en Bilbao tras el breve encuentro que mantuvo con la prensa en Madrid el pasado martes, después de ser elegido nuevo presidente de la Conferencia episcopal, defendió la compatibilidad de ambas funciones al igual que lo hicieron, en su día, Gabino Díaz Merchán y Elías Yáñez, quienes mantuvieron los arzobispados de Oviedo y Zaragoza, respectivamente.

Aunque reconoció que "no sé aún como organizaré el tiempo", Blázquez se apoyó en el Obispo Auxiliar de Bilbao, Carmelo Echenagusía, para agradecer de antemano su colaboración en las circunstancias actuales: "Es compatible ser presidente de la Conferencia Episcopal y ser obispo de Bilbao, así que -dios mediante- lo haré", afirmó. Felicitado de inmediato por el presidente del Gobierno ,"lo que agradecí profundamente" -dijo-, Blázquez mantendrá su primer encuentro con Rodríguez Zapatero tras la Semana Santa, y este martes iniciará su visita a Roma, donde se reunirá con el Secretario de Estado del Vaticano.

En concreto, sobre el espinoso asunto de la financiación de la Iglesia, se refirió al encuentro a principios de este mismo mes entre la vicepresidenta del Gobierno y el entonces vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Fernando Sebastián, reunión que transcurrió en una "gran cordialidad" y que, según expresó Blázquez, es el clima para afrontar los problemas.
 
Su etapa en Bilbao

Reconocido hoy por todos, Blázquez aludió a las "primeras dificultades" que vivió a su llegada a Bilbao, hace casi diez años, "que poco a poco fueron serenándose: Yo no encontré después, en absoluto, ningún rechazo; poco a poco diócesis y obispo, caminando juntos, fuimos encontrando la vía del trabajo conjunto", aseguró. Mencionó también la llamada del lehendakari Ibarretxe tras resultar nombrado presidente de la Conferencia Episcopal y, en sus primeras palabras, quiso explicar que la petición de perdón a las Víctimas del Terrorismo por no "haber estado suficientemente cerca de ellas" se debió a que el clamor de la sociedad resultó entonces -1998- un "aldabonazo" para la Iglesia vizcaína.

Con gesto sereno y alegre explicó su sentimiento el día de su elección, el pasado martes: "Advertí que el peligro podía acercarse, una vez que el anterior presidente, Antonio María Rouco, no alcanzó la cota muy difícil de los dos tercios. Hasta ahora he podido aceptar los encargos que me ha pedido la Iglesia y con la misma confianza en Dios he aceptado éste", relató ante su nueva situación.

Citó las palabras de su antecesor, Monseñor Rouco, para defender "los caminos de la verdad, la comprensión y el diálogo" en su nueva tarea, aunque trazó su propio perfil: "Quiero decir la verdad amablemente, con la confianza de que, de esta forma, se abren no sólo las puertas de la inteligencia; también las del corazón". En este sentido, reiteró que su servicio es episcopal: "El concilio Vaticano II enseñó que la Comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su terreno. Contribuiremos mejor cuanto más sana sea la colaboración entre ambas -Iglesia y Comunidad política. Yo soy obispo, no soy político", sentenció.

A lo largo de su comparecencia resaltó la "exigencia de que desaparezca el terrorismo que tanto nos ha afligido", así como su "cercanía y defensa a las víctimas, a los amenazados, a cuantos han sufrido y continúan sufriendo a causa del zarpazo del terrorismo. Deseo que las víctimas sean respetadas y acompañadas", precisó.

Citó también los cambios en la cúpula de la Conferencia Episcopal y la continuidad de su "amigo y hermano", Antonio Cañizares, pero no añadió más significado que la aplicación de la doctrina eclesiástica "en cada momento".Varela, que ejerció este cargo durante dos mandatos consecutivos.

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