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Rajoy pregunta sobre las comunidades nacionales y Zapatero responde invitándole a "viajar"

Las tesis del presidente del Consejo de Estado sobre las comunidades nacionales y el expansionismo nacionalista en Cataluña y el País Vasco centraron la pregunta del PP al Gobierno este miércoles. Mariano Rajoy pidió a Zapatero que abandone las "declaraciones arcangélicas" y tenga una "cierta idea de España". El presidente del Gobierno dijo apoyar a Rubio Llorente y eludió emitir un juicio propio limitándose a invitar a Rajoy a viajar con él y comprobar que su política exterior no es "una orgía permanente".

Las tesis del presidente del Consejo de Estado sobre las comunidades nacionales y el expansionismo nacionalista en Cataluña y el País Vasco centraron la pregunta del PP al Gobierno este miércoles. Mariano Rajoy pidió a Zapatero que abandone las "declaraciones arcangélicas" y tenga una "cierta idea de España". El presidente del Gobierno dijo apoyar a Rubio Llorente y eludió emitir un juicio propio limitándose a invitar a Rajoy a viajar con él y comprobar que su política exterior no es "una orgía permanente".
(Libertad Digital) En la sesión de control al Gobierno de este miércoles, Mariano Rajoy reprochó a Zapatero que "encargue a otros" una reforma constitucional y "nos sorprende con ocurrencias varias" como las declaraciones del presidente del Consejo de Estado Francisco Rubio Llorente.
 
Aludió Rajoy a la idea defendida por Rubio sobre la comunidad nacional catalana y vasca que ocuparía otras comunidades autónomas "y parte del extranjero". Sin embargo, recordó, "otros como el ministro José Bono lo critican". En definitiva, preguntó Rajoy: "¿Cuál es su opinión al respecto, qué es una comunidad nacional, qué efectos tiene, para qué sirve?".
 
Zapatero inició su respuesta diciendo que "algunos grupos tienen alergia a las reformas". El presidente del Gobierno dijo que "es un dato histórico como lo es –añadió– que las constituciones de nuestro entorno europeo han sido reformadas". Llegó entonces la frase de este miércoles: "los que se niegan a las reformas son reformados en las urnas". Con ello, llegó a la respuesta solicitada por el jefe de la Oposición: "Respeto la libertad de criterio del presidente del Consejo de Estado. Va a desarrollar una brillante función".
 
La réplica de Rajoy empezó por lamentar que "el problema es que el presidente de Gobierno es usted y no Rubio Llorente". Recordó Rajoy que "los españoles quieren que deje de consultar a sabios para luego no hacer nada". Por ello, prosiguió, "le pido que retire la consulta al Consejo de Estado". Por alusiones a las críticas de Zapatero, el presidente del PP dijo que "tener alergia a los conocimientos siendo presidente del Gobierno es demoledor". Tras ello, Rajoy pidió más seriedad al presidente en su política: "Debe tener una cierta idea de España y alguna vez definirse sobre algo porque de declaraciones arcangélicas no se vive permanentemente".
 
Pero Zapatero insistió en el efectismo: "Lo más acertado que le recuerdo es que soy el presidente del Gobierno". También recordó una reciente declaración de Rajoy sobre la política exterior del Gobierno –con motivo de la visita del castrista Pérez Roque– que calificó de "orgía permanente". "No se qué le habrán contado –dijo Zapatero– pero le aseguro que no es para tanto". Su siguiente alusión provocó una bronca que terminó en incidente. "En todo caso –argumentó Zapatero– no se queje porque le invité a ir a Polonia y no quiso".
 
Los diputados del PP gritaron a Zapatero recordándole cómo suspendió su primer viaje a Polonia porque estaba cansado tras la maratoniana comparecencia en la comisión del 11-M. "Si se anima a viajar –concluyó el presidente del Gobierno– comprobará que no hay orgía permanente". La bronca parlamentaria provocó que Zaplana solicitara una cuestión de orden. El presidente del Congreso, Manuel Marín, le pidió tres veces que citara en qué artículo del reglamento se sustentaba la petición pero el portavoz parlamentario del PP no lo encontró.

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