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"AUTOPLAGIO" DEL DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES

COMPARECENCIAS de César Antonio Molina en el Senado y en el Congreso y reproches del PP

A continuación reproducimos algunos párrafos seleccionados de forma aleatoria de la comparecencia del director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina Sánchez en el Senado el día 15 de febrero y del discurso que pronunció el 16 de marzo en el Congreso, además de los reproches del PP por este "autoplagio" sin precedentes.

Comparecencia del director del Instituto Cervantes en la Comisión de Asuntos Exteriores y Cooperación del Senado el día 15 de febrero de 2005:
 
Concibo el Instituto Cervantes como un proyecto de varias generaciones para igualarnos cuantitativamente, que no cualitativamente, con instituciones similares de otros países, porque en sus 13 años de existencia ha sabido ponerse al nivel de ellas e incluso superarlas en muchos campos.
 
El instituto nació para promover las culturas hispánicas y una forma de hacerlo, pero no la única, es mediante la enseñanza de la lengua y de las lenguas. Hay muchas otras: desde la formación de profesores y el empleo intensivo de las tecnologías hasta la penetración en el mundo intelectual de cada país y la colaboración con los medios de comunicación. Todas ellas deben emplearse.
 
Conforme a sus fines, el instituto debe contribuir a construir la imagen de la propia lengua española para llevar a cabo una auténtica e intensa campaña de promoción. Los principales argumentos de esta campaña están claros: el español es la segunda lengua de comunicación internacional; es una lengua útil, práctica e imprescindible en el mundo de hoy; es, en general, una lengua fácil de aprender, en constante crecimiento y con una cultura de extraordinaria
riqueza.
 
El español es también y ha sido siempre un idioma mestizo y multicultural, un lenguaje que, como decía Unamuno, es de blancos y de indios y de negros y de mestizos y de mulatos, lenguaje de cristianos católicos y no católicos y de no cristianos y de ateos, lenguaje de hombres que viven bajo los más diversos regímenes políticos. Esta diversidad le da toda su fuerza y constituye una de sus grandes bazas. En definitiva, si hace un momento afirmaba que concebía el instituto como una labor de generaciones, añado ahora que a mi generación le corresponde establecer las bases para que el español se convierta en la gran lengua de relación internacional y cultural en las próximas décadas.
 
A nuestros grandes creadores les debemos todo y, como muestra de gratitud a su imaginación y a su talento, vamos a poner los nombres de los premios Cervantes a nuestras bibliotecas, que son elementos centrales de la política cultural del Instituto.
 
Señorías, hasta aquí los principales proyectos que el Instituto Cervantes quiere desarrollar y para los que sabe que cuenta con el apoyo y la colaboración del Gobierno y, en especial, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, el Ministerio de Educación y Ciencia y el Ministerio de Cultura, como también de las Cortes Generales, que para este año han incrementado nuestro presupuesto hasta alcanzar casi los 62 millones de euros.
 
Comparecencia del director del Instituto Cervantes en el Congreso el día 16 de marzo de 2005:
 
Concibo el Instituto Cervantes como un proyecto de varias generaciones para igualarnos cuantativa, que no cualitativamente, con instituciones similares de otros países, porque en sus 14 años de existencia ha sabido ponerse al nivel de ellas e incluso superarlas en muchos campos.
 
El instituto nació para promover las culturas hispánicas, y una forma de hacerlo es mediante  la enseñanza de la lengua.  Hay muchas otras, desde la formación de profesores y el empleo intensivo de las tecnologías, hasta la penetración en el mundo intelectual de cada país y la colaboración con los medios de comunicación. Todas ellas deben emplearse. 
 
Conforme a sus fines el  instituto debe contribuir a construir la imagen de la propia lengua española para llevar a cabo una auténtica e intensa campaña de promoción.  Los principales argumentos de esta campaña están claros.  El español es la segunda lengua de comunicación internacional,  es una lengua útil, práctica e imprescindible en el mundo de hoy, es en general una lengua fácil de aprender en constante crecimiento y con una cultura de extraordinaria riqueza. 
 
El español es también y ha sido siempre, un idioma mestizo y multicultural.  Esta diversidad le da toda su fuerza y constituye una de sus grandes bazas.  En definitiva, si hace un momento afirmaba que concebía el instituto como una labor de generaciones  añado ahora que a mi generación le corresponde establecer las bases para que el español se convierta en la gran lengua de relación internacional y cultural en las próximas décadas.
 
A nuestros grandes creadores les debemos todo y como muestra de gratitud a su imaginación y a su talento, vamos a poner los nombres de los premios Cervantes a nuestras bibliotecas, que son elementos centrales de la política cultural del instituto.
 
Señorías, hasta aquí los principales proyectos que el Instituto Cervantes quiere desarrollar y para los que  sabe que cuenta con el apoyo y la colaboración del Gobierno, en especial de los ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación, de Educación y Ciencia y de Cultura, como también de las Cortes Generales, que para este año han incrementado nuestro presupuesto hasta alcanzar casi los 62 millones de euros.
 
  
RESPUESTA de la portavoz del Grupo Popular, Beatriz Rodríguez Salmones al discurso de César Molina en el Congreso:
 
Muchas gracias, señor Molina por su comparecencia.  En primer lugar, quiero mostrarle mi sorpresa porque  por primera vez -yo llevo en el Parlamento dos legislaturas y lo que va de ésta, pero trabajando en el Parlamento bastante tiempo-, por primera vez he visto que una intervención se ha repetido de la cruz a la raya con una pequeña frasecita que he pescado en algún sitio. Ha repetido usted exactamente la que hizo en el Senado el 15 de febrero. 
 
Yo comprendo que es muy poco tiempo, pero aunque sólo sea por un poquito –como diría el de la serie-, un poquito de por favor, un poquito de respeto parlamentario, un poquito de trabajo, un poquito de darle líneas a su jefe de gabinete, a la persona que haga las intervenciones. Fíjese, su intervención me pareció muy interesante, la tengo subrayada, comentada, gracias a Dios, bueno, gracias  a Dios no, porque también me hubiera parecido muy bien que usted hubiera seguido, pero no la ha terminado, fue un poco más extensa la del Senado. Pero es que es palabra por palabra.
 
Usted es un escritor y un escritor  importante, ¿autoplagiarse? No sé cómo se llama, ¿autoplagiarse? Eso no se hace. No se hace entre un periódico de fuera de Madrid y uno de Madrid, no se hace en el Parlamento, es una falta de respeto y yo supongo que o usted mismo o la gente que trabaja con usted ha pensado que esto se podría hacer. Yo creo que es la primera vez que esto se ha visto en el Parlamento. Entonces, me parece serio, señor presidente de la Comisión, que se nos diga de pe a pa lo mismo que se ha dicho en el Senado.
 
Por ejemplo, en el Senado hubo cuatro portavoces que intervinieron, de Minoría Catalana, del Grupo Vasco, del Grupo Socialista, de nuestro grupo parlamentario, y por lo menos esas intervenciones tendrían que haber sido tenidas en cuenta a la hora de aclarar determinados puntos de la intervención. Esto podríamos decir que es anecdótico, pero no lo creo, tanto por lo que se refiere a la propia estima, por un lado,  y al respeto parlamentario, por otro.
 
 
RÉPLICA del director del Instituto Cervantes a los reproches de Rodríguez Salmones:
       
Nada más tomar posesión de mi cargo tuve que venir al Congreso a explicar los presupuestos y esta es la primera vez que vengo a hablar de los principios generales, de la misma forma que lo hice en el Senado hace dos días y hace tres o cuatro en la Comisión Iberoamericana, donde hablé del Instituto en relación con Iberoamérica.
 
Yo he escrito muchos miles de artículos en mi vida, tengo cincuenta y tantos libros publicados y sé perfectamente lo que es, pero yo no vengo aquí a leer un artículo mío, sino a explicar mi programa, es decir, del Instituto, que es igual aquí que en cualquier otro sitio, aunque las personas y las instituciones no son iguales. Por lo tanto, se trata de una cuestión programática general, en la que se dan datos, se aportan cifras e aportan informaciones. Supongo que será difícil cambiar el nombre de Borges para la biblioteca o los tantos por ciento de profesores, etcétera. (La señora Rodríguez-Salmones Cabeza: palabra por palabra, coma por coma) Por lo tanto, y con todos mis respetos, creo haber hecho lo que tenía que hacer en una primera comparecencia general, donde se exponen los criterios generales del instituto o al menos lo que se quiere hacer.

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