(Libertad Digital) Según los datos que las estaciones de servicio facilitan al Ministerio de Industria, en marzo de 2004 el precio del gasóleo de automoción era de 70 céntimos el litro, mientras que ahora es de 86 céntimos, lo que supone un incremento del 18 por ciento. Sólo en lo que va de año, el gasóleo de automoción ha subido un 6,8 por ciento.
Según los datos de Industria, el precio medio de la gasolina sin plomo 95 ha pasado de los 84,3 céntimos de euro por litro del pasado día 3 de enero (primer día laborable del año) a los 90,3 céntimos de este viernes mismo, es decir, 6 céntimos más. Esto supone que llenar el depósito es hoy un 7 por ciento más caro que en enero y un 8 por ciento más caro que en marzo del año pasado, cuando el litro de gasolina sin plomo estaba a 83 céntimos.
En la misma línea, el coste de la nueva súper aditivada (gasolina 97) se ha incrementado 6,7 céntimos, pasando de 91,5 céntimos a 98,2 céntimos, con un aumento del 7,3 por ciento entre enero y marzo. El precio de la sin plomo de 98 octanos se situó hoy en 1,002 euros por litro, frente a los 93 céntimos de euro de inicios del año, lo que supone un alza del 9,5 por ciento (8,7 céntimos por litro).
Con estos datos, los precios medios de las gasolinas se acercan a los niveles registrados a finales del verano de 2004, y los del gasóleo superan los máximos del año pasado. En 2004, los precios de los carburantes en España llegaron a marcar máximos históricos en el último trimestre del año. Esta evolución alcista de los precios de los carburantes está relacionada con el encarecimiento del petróleo.
El precio del barril de crudo en el mercado neoyorkino cotizaba en el entorno de los 56,50 dólares al mediodía de este viernes, mientras que el de calidad Brent, de referencia en Europa, alcanzaba los 55,10. Estos elevados precios auguran otra importante subida de los carburantes en los próximos meses. A pesar de que el ministro de Economía, Pedro Solbes espera que el PIB crezca un 3 por ciento este año, la OCDE augura que el crecimiento de la economía española será del 2,7 por ciento debido, precisamente, a los elevados precios del petróleo, cuya cotización supera en mucho la previsión del Gobierno.