L D (EFE) La marcha, organizada por la coalición "Stop the War" (Parad la Guerra), pasó junto a la embajada de Estados Unidos, protegida por más de doscientos cincuenta policías, ante la cual un grupo de manifestantes colocó un féretro con una leyenda que rezaba "cien mil muertos".
En la manifestación londinense participaron algunos diputados laboristas, entre ellos Jeremy Corbyn, que calificó la guerra de "ilegal", aseguró que "no tiene el apoyo del pueblo británico" y dijo que su país debía dejar de "actuar por todo el mundo en nombre de George W. Bush." Corbyn aseguró que seguirán las protestas y expresó su preocupación por los abusos no sólo de los derechos del pueblo iraquí, sino también por la legislación antiterrorista recién aprobada en el Reino Unido.
En la ciudad escocesa de Glasgow, los manifestantes leyeron los nombres de algunas de las víctimas británicas, estadounidenses e iraquíes de la guerra, pero también fueron mencionados "para su vergüenza" los miembros del Parlamento británico que apoyaron la guerra.