Menú

El Papa bendice sin palabras desde su ventana el primer Domingo de Ramos que no preside la misa

El papa Juan Pablo II bendijo desde una ventana del Vaticano a los fieles que se habían reunido en la Plaza de San Pedro con motivo del Domingo de Ramos, aunque por primera vez desde que es Pontífice, no presidió la misa de tan señalada fecha. No se pudo escuchar la voz del obispo de Roma, pero se le pudo ver agitando una rama de olivo que luego dejó a un lado para saludar e impartir la bendición ante cerca de 50.000 congregados, que lo recibieron con aplausos y vítores entusiastas.

El papa Juan Pablo II bendijo desde una ventana del Vaticano a los fieles que se habían reunido en la Plaza de San Pedro con motivo del Domingo de Ramos, aunque por primera vez desde que es Pontífice, no presidió la misa de tan señalada fecha. No se pudo escuchar la voz del obispo de Roma, pero se le pudo ver agitando una rama de olivo que luego dejó a un lado para saludar e impartir la bendición ante cerca de 50.000 congregados, que lo recibieron con aplausos y vítores entusiastas.
L D (EFE) Su aparición fue breve, porque su estado de salud –aún se está recuperando de la reciente traqueotomía que le han practicado hace un mes— no lo aconsejaba. Poco antes de que se cerraran las cortinas, el Pontífice, de 84 años, golpeó con la mano el atril donde normalmente se apoyan los textos que lee, gesto que algunos de los presentes interpretaron como de fastidio por el sol que lo deslumbraba y otros achacaron a su malestar por no poder responder a los fieles que lo aclamaban.
 
Juan Pablo II no pudo estar físicamente presente en la tradicional misa del Domingo de Ramos, con la que se inicia la Semana Santa, pero la siguió por televisión, según indicó el sustituto de la secretaría de Estado, el arzobispo argentino Leonardo Sandri. En nombre del Pontífice, Sandri leyó un texto tras la misa y el rezo del Ángelus, en el que instó a los jóvenes a ser "testimonio de la Cruz de Cristo" en todo el mundo.
 
Con su mensaje, Wojtyla destacó que, de forma "providencial y profética", el Domingo de Ramos se celebra de modo paralelo a la jornada de la juventud a nivel diocesano, una festividad "que contiene un don especial, el de la alegría unida a la cruz". También recordó que el próximo agosto se celebra la Jornada Mundial de la Juventud en la ciudad de Colonia (Alemania), en cuya catedral se veneran las reliquias de los Reyes Magos, que por eso –indicó— se convierten en cierto modo en los guías de esta cita. "Las palabras 'hemos venido para adorarlo', tan ricas en significado, constituyen el tema de vuestro itinerario espiritual y catequístico", señaló el Papa, cuya presencia en Colonia para esa festividad no se ha descartado.

La bendición y el mensaje del Obispo de Roma, que el próximo mayo cumplirá 85 años, tuvieron lugar cuando se cumple una semana de su regreso al Vaticano tras ser dado de alta del Policlínico Gemelli de Roma, donde ingresó el 24 de febrero por una crisis respiratoria aguda que obligó a practicarle una traqueotomía. Ello, unido a la enfermedad de Parkinson que padece, ha llevado a los médicos a recomendarle reposo durante su convalecencia, por lo que está previsto que los principales ritos de la Semana Santa sean oficiados por distintos cardenales.
 
La multitudinaria misa de este domingo, celebrada en un día claro y soleado en la Plaza de San Pedro, estuvo presidida por el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, que se refirió a Juan Pablo II y destacó "la energía proveniente de la cruz, que hoy trasluce con especial claridad en el rostro fatigado del Santo Padre". También estuvo dedicada al anciano Pontífice la primera plegaria de los fieles, en la que se pidió que "su testimonio de fe a Cristo sea para todos los jóvenes del mundo un ejemplo y modelo de amor supremo".

Antes de la celebración tuvo lugar la tradicional procesión de sacerdotes, obispos y cardenales hasta el obelisco central de la Plaza de San Pedro, desde donde las palmas y los ramos de olivo de los fieles fueron bendecidos por el cardenal Ruini.
 
Preocupación en el Vaticano
 
La corresponsal en Roma de la Cadena COPE, Paloma Gómez Borrero, ha mostrado su preocupación por el hecho de que el Pontífice no haya hablado, máxime cuando el domingo pasado sí que se dirigió a la multitud congregada ante el Policlínico Gemelli de Roma. La periodista ha destacado que se ha visto al Papa desmejorado desde el jueves en adelante y que personas cercanas a Juan Pablo II han comentado que no remonta de la convalecencia.

Temas

En Sociedad

    0
    comentarios