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El cardenal Ratzinger dice que el Papa está lúcido y que seguirá gobernando la Iglesia

El cardenal Joseph Ratzinger ha declarado que el Papa está lúcido a pesar de su enfermedad y que sigue y seguirá gobernando la iglesia. Ratzinger ha descartado que el Pontífice pueda renunciar al papado. "El Papa trabaja con absoluta lucidez y esto es un don de Dios vistas las pruebas corporales a las que está siendo sometido. Su mente está viva y tiene un discernimiento aún más fuerte para elegir lo esencial y gobernar, aunque sufriendo, con pocas pero esenciales decisiones", señaló Ratzinger en un programa de la televisión italiana RAI.

El cardenal Joseph Ratzinger ha declarado que el Papa está lúcido a pesar de su enfermedad y que sigue y seguirá gobernando la iglesia. Ratzinger ha descartado que el Pontífice pueda renunciar al papado. "El Papa trabaja con absoluta lucidez y esto es un don de Dios vistas las pruebas corporales a las que está siendo sometido. Su mente está viva y tiene un discernimiento aún más fuerte para elegir lo esencial y gobernar, aunque sufriendo, con pocas pero esenciales decisiones", señaló Ratzinger en un programa de la televisión italiana RAI.
L D (EFE) En el programa “El calvario del Papa”, que será emitido este viernes antes del tradicional Vía Crucis que se celebra en el Coliseo y que por primera vez no presidirá el Obispo de Roma, Ratzinger añadió que Juan Pablo II siempre ha tenido capacidad para tomar decisiones.
 
Preguntado por la frase del Papa "Dios me ha nombrado, sólo Él puede echarme", el encargado de vigilar por la ortodoxia de la fe católica dijo que Juan Pablo II "sabe que tiene una gran responsabilidad, única, que le ha sido dada por el Señor y que sólo el Señor puede retirar". Con esas palabras, Ratzinger descartó una eventual renuncia al Papado, hipótesis que ha sido barajada en los últimos meses por la opinión pública visto su delicado estado de salud, que le ha llevado en lo que va de año en dos ocasiones al hospital Policlínico Gemelli de Roma, donde le fue practicada el pasado 24 de febrero una traqueotomía para que superase una crisis respiratoria aguda.
 
No se ha podido ver al Papa durante la Misa Crismal del Jueves Santo

El Papa ha tenido que faltar por primera vez en su Pontificado a los actos de Semana Santa, mientras prosigue su recuperación, lenta y compleja. De hecho, la tradicional Misa Crismal del Jueves Santo se desarrolló en la Basílica de San Pedro con la ausencia de Juan Pablo II, que la siguió por televisión, según dijo él mismo en un mensaje enviado a la ceremonia y que fue leído por el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos. El cardenal Re ofició en nombre del Pontífice esa misa, que marca el comienzo del Triduo Pascual y las festividades religiosas de la Semana Santa, un período de especial interés para los católicos.

En el mensaje, Juan Pablo II aseguró que se sentía "espiritualmente" al lado de los presentes en el templo y aprovechó para enviar un saludo a los religiosos de todas las diócesis del mundo. "Con esta celebración litúrgica conmemoramos el día en el que Cristo comunicó a los Apóstoles su sacerdocio. Nosotros revivimos esos momentos de espiritual intimidad que Jesús compartió en la Ultima Cena con sus amigos en la vigilia de su pasión, muerte y resurrección", explicó el Pontífice en el mensaje leído por el cardenal.
 
Ya estaba previsto con anterioridad que Juan Pablo II no acudiera a esta misa, con objeto de favorecer su recuperación, respecto a la cual los médicos insisten en rebajar el nivel de preocupación general acerca de su evolución. Los facultativos que le atienden señalaron que Karol Wojtyla ha experimentado una mejoría y parece haber superado los problemas que acusó los últimos días.

Durante la ceremonia en San Pedro el cardenal Re aludió a la ausencia física del Pontífice en la basílica, aunque añadió: "está más presente que nunca en esta misa y queremos agradecer el testimonio que nos da con su ejemplo de sereno abandono a Dios, que lo relaciona con el misterio de la Cruz". El recuerdo al anciano Papa será una constante en estos días, ya que tampoco está previsto que acuda al Via Crucis del viernes junto al Coliseo de Roma.
 
El Papa sólo estará en la bendición "urbi et orbi"
 
En otros años anteriores Juan Pablo II había llevado la cruz en la última estación, pero este viernes la delegará en el cardenal Camilo Ruini, su vicario para la diócesis de Roma. Se trata de una ceremonia muy querida para este Papa, porque recuerda las últimas horas en la vida de Cristo. Salvo sorpresas, la única comparecencia del Pontífice ante los fieles en esta Semana Santa será el Domingo de Resurrección, para la bendición "urbi et orbi" en la Plaza de San Pedro.

Será el momento de tener más datos acerca de cómo se encuentra, después de la breve aparición que tuvo lugar este miércoles ante la ventana de sus aposentos en el Vaticano. Durante menos de un minuto el Papa se asomó para saludar y bendecir a los fieles reunidos en la plaza y se pudo apreciar su rostro contraído, probablemente por el dolor y la emoción ante las muestras de solidaridad de quienes le veían desde abajo.
 
El actual cuadro clínico de Wojtyla, de 84 años, apunta que debe seguir la convalecencia con la terapia acordada entre los doctores del Gemelli y los del Vaticano, que se articula en tres frentes: los fármacos -para limitar los efectos del Parkinson, tratar la anemia y prevenir infecciones-, la rehabilitación de la voz y una dieta particular.

Según fuentes médicas, Juan Pablo II hace al día varias comidas líquidas o semilíquidas por boca y por vía endovenosa, ya que los facultativo han decidido mantener estable, por ahora, el acceso venoso.


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