Menú

El Tribunal Supremo de Estados Unidos determinará este martes si las redes P2P son legales

El Tribunal Supremo de Estados Unidos resolverá este martes si los programas que permiten el intercambio gratuito de archivos de música y películas (redes P2P) son responsables de la violación de los derechos de autor, tal y como defienden las industrias discográfica y cinematográfica. El caso trasciende la mera legalidad o ilegalidad de las redes P2P, ya que en el fondo se determinará qué importa más a día de hoy: si la innovación o los derechos de autor.

0
(Libertad Digital) El caso es conocido en Estados Unidos como "Metro Goldwyn Mayer (MGM) versus Grokster", por enfrentar a uno de los mayores estudios de Hollywood y a una de las plataformas "online" que, en los últimos años, han permitido a los internautas intercambiar ficheros de forma gratuita. En realidad, el título es reduccionista, ya que el juicio enfrenta a 28 discográficas y estudios de cine contra las plataformas Grokster y Morpheus. De parte de los demandantes se han puesto grupos de consumidores, senadores y artistas como Elvis Costello, Dido, Tom Jones, Diana Krall o Avril Lavigne. Incluso el gobierno estadounidense y la Liga de Fútbol Profesional han hecho público su respaldo a los demandantes.
 
A juicio de la industria musical y cinematográfica, cuyas demandas fueron denegadas en 2003 y 2004, las tecnologías de Grokster y Morpheus permiten a los usuarios descargar canciones protegidas con los derechos de autor. Por ello, son responsables de esta violación, no así los internautas.
 
Por su lado, Grokster y Morpheus cuentan con el respaldo casi unánime de Silicon Valley, la capital tecnológica de Estados Unidos. Según sus tesis, responsabilizar a los creadores por el uso que los usuarios hagan de una determinada tecnología crearía un grave precedente e iría en detrimento de la investigación y el desarrollo.
 
Modificar el caso Betamax
 
En realidad, lo que determinará este martes el tribunal es si se revisa y modifica el caso sobre las videograbadoras Betamax ("Sony vs. Universal") para sentar jurisprudencia sobre el uso de tecnologías P2P. En 1984, el Tribunal Supremo de Estados Unidos concluyó que “no se puede prohibir el desarrollo de una tecnología cuando existen usos legítimos para la misma y no puede considerarse culpable a una empresa por el uso ilegal que los usuarios le den a su tecnología”.  Sin embargo, para los demandantes del juicio que se falla este martes, el caso no es similar, ya que las redes P2P “están pensada para piratear”, mientras que las videograbadoras Betamax no se concibieron para ese fin.
 
El pasado mes de noviembre, un tribunal federal de apelaciones de San Francisco reafirmó una sentencia anterior que eximía a los programadores y distribuidores de las redes P2P Grokster y Morpheus de toda responsabilidad por los intercambios de contenidos protegidos con los derechos de autor que realizan sus usuarios. "David ha ganado otro round" a Goliat, señaló entonces el presidente de Grokster.
 
"No son culpables"
 
La sentencia rechazó las alegaciones presentadas por las discográficas y los estudios de cine, que acusaban a las redes de intercambio gratuito de haber contribuido a que el año pasado perdieran globalmente 7.500 millones de dólares. En sus reclamaciones solicitaban que dicha cantidad fuera abonada en compensación por las redes P2P Grokster, Morpheus y Kazaa.
 
Lejos de compartir las demandas de la parte acusadora, el tribunal entendió que el caso de las redes P2P es similar al de las fotocopiadoras: con ellas puede hacerse un uso legal o ilegal, pero la responsabilidad recae sobre sus usuarios, no sobre los fabricantes. Las plataformas digitales, añadió la sentencia, contribuyen a distribuir software libre o difundir música de forma voluntaria por parte de grupos que quieren llegar al mayor número de gente posible. “El desarrollo de una nueva tecnología siempre es destructiva para los viejos mercados, particularmente para los propietarios de los derechos de autor cuyo trabajo se comercializa a través de sistemas de distribución afianzados”, arguyó el tribunal, para el que la salida a la piratería buscado por los estudios de cine y música llevaría a una revisión total de los estándares actuales de los de derechos de autor, circunstancia que, a su juicio, es "poco aconsejable".
 

En Tecnociencia

    0
    comentarios