L D (EFE) El mundo del deporte se vistió de luto este fin de semana y guardó silencio en memoria del Papa Juan Pablo II, un amante del montañismo, la natación y el fútbol que pasará a la historia como "el atleta de Cristo".
El Real Madrid envió una corona de flores blanca y amarilla y un telegrama de pésame al Vaticano. Juan Pablo II tenía el carnet del club madridista número 222.307. El telegrama, dirigido al cardenal camarlengo, el español Eduardo Martínez Somalo, dice: "Nuestras condolencias y nuestro más profundo pésame. El Real Madrid nunca olvidará las palabras del Santo Padre en las que nos aseguraba que el deporte era una idónea herramienta para trabajar por el diálogo y el amor entre los pueblos".
La Fórmula acusó el impacto de la muerte del Papa. El español Fernando Alonso, vencedor del Gran Premio de Bahrein al volante de su Renault, no festejó su triunfo como el anterior, en Indonesia, y el alemán Michael Schumacher, actual campeón mundial, se mostró muy afectado antes de la carrera: "Estamos todos muy tristes", dijo el germano, que recientemente había visitado a Juan Pablo II. Fernando Alonso, líder del Mundial de Fórmula Uno, afirmó que, pese a su nueva victoria, hoy había sido "un día triste para todos", mientras que Trulli, visiblemente emocionado en la sala de prensa, aseguró que "hoy no hay nada que celebrar". La televisión pública italiana (RAI), pese a que el automovilismo se sigue con pasión en este país, no dio en directo el Gran Premio para centrarse en los actos fúnebres del Vaticano.
En Argentina, los festejos del centenario del Boca Juniors, que empezaron con una cena de gala en Buenos Aires, se vieron alterados por la muerte del Papa. La jornada comenzó con una misa y se suspendió la música y el baile previstos para después de la cena.
Dos atletas españoles, Isaac Viciosa y Alberto García, ensalzaron la figura del Papa fallecido. "Era un verdadero santo", manifestó el primero, que en abril de 2003, durante la visita a España de Juan Pablo II, participó junto al madrileño en una carrera de relevos desde el aeropuerto de Madrid a la Nunciatura, precediendo al coche del Sumo Pontífice. García aseguró que había sido "el Papa más importante de la historia".
El ciclismo también guardó luto por el Santo Padre. La Vuelta ciclista a Flandes arrancó en Brujas con un minuto de silencio en memoria del Papa. Los 196 corredores y el público fueron invitados a guardar unos momentos de recogimiento antes de la salida. El equipo ciclista "Amore e Vita", que en los últimos años corre con los colores de la Ciudad del Vaticano, dedicó al Papa el triunfo de su corredor sueco Jonas Ljungblad en el Tour del lago Leman. Por medio de su patrón Ivano Fanini, el Amore e Vita había solicitado a los organizadores de la prueba que se les eximiera de correr, por la muerte de Juan Pablo II, pero finalmente decidió participar con brazaletes de luto. "Si corréis, intentar vencer por el Papa", había dicho Fanini a sus corredores.