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Casi cinco millones de personas acuden a Roma esta semana para despedir al Papa

Según las previsiones, al final de esta semana más de cuatro millones y medio de personas habrán pasado por Roma para dar su último adiós al Papa Juan Pablo II. El Ayuntamiento espera que dos millones acudan al funeral el viernes y prevé que entre el miércoles y el jueves desfilen por la capilla ardiente 1.200.000 peregrinos. Este martes, un millón de fieles rindió homenaje al Pontífice y el lunes lo hicieron otros 400.000. El Ayuntamiento está enviando recomendaciones a los jóvenes con mensajes de móvil. Libertad Digital ha habilitado un correo especial para que sus lectores se despidan del Papa.
SUPLEMENTO CARTAS AL PAPA

Según las previsiones, al final de esta semana más de cuatro millones y medio de personas habrán pasado por Roma para dar su último adiós al Papa Juan Pablo II. El Ayuntamiento espera que dos millones acudan al funeral el viernes y prevé que entre el miércoles y el jueves desfilen por la capilla ardiente 1.200.000 peregrinos. Este martes, un millón de fieles rindió homenaje al Pontífice y el lunes lo hicieron otros 400.000. El Ayuntamiento está enviando recomendaciones a los jóvenes con mensajes de móvil. Libertad Digital ha habilitado un correo especial para que sus lectores se despidan del Papa.

L D (Agencias) El jefe de Protección Civil del Ayuntamiento romano, Guido Bertolaso, encargado de organizar las peregrinaciones, dijo que esperan que el viernes, día del funeral, se den cita en la ciudad dos millones de personas. Por la capilla ardiente ya han desfilado 1.400.000 peregrinos (entre el lunes y este martes), mientras que para este miércoles se esperan 600.000 y para el jueves, último día para visitarla, se esperan otros 600.000.

Según Bertolaso, que ha señalado que es como “organizar un jubileo en 48 horas”, en las próximas horas se espera que lleguen a Roma 800 autobuses, mientras que Trenitialia ha puesto 43 trenes extras, cien hasta el sábado, y se han fletado 80 vuelos charter. El Ayuntamiento está enviando mensajes de móvil a los jóvenes para recomendarles que usen los medios públicos de transporte y que eviten ir a hoteles y los está remitiendo a Torvergata, una zona de acampada próxima a la Universidad utilizada durante el jubileo de 2002.
 
Mientras, una marea humana que este martes alcanzó el millón de personas, según el Vaticano, continuó este martes desfilando ante los restos mortales de Juan Pablo II. Los datos facilitados por la Santa Sede hablan de 600.000 personas al día, lo que supone un ritmo bastante más alto que el de 18.000 a la hora del que informó previamente Protección Civil. En cualquier caso, el desfile, que continuará hasta la noche del jueves, es imparable desde que poco antes de las 20.00 horas del lunes se abrieran las puertas de San Pedro para dar paso a una multitud que se multiplica según pasa el tiempo.

Las horas de espera se han estabilizado en torno a cuatro, después de que llegaran incluso a superar las seis, para una fugaz visita que apenas dura unos segundos, ya que los empleados vaticanos situados en torno al catafalco impiden que nadie se pare. En medio de estrechas medidas de seguridad al río de gente que discurre por la Vía de la Conciliación, la avenida que une Roma con el Vaticano, se suman cada hora miles de personas, muchas de ellas recién llegadas desde otras ciudades italianas o el extranjero. Para encauzar las filas, las autoridades han colocado un recorrido vallado sobre el que mantienen un estrecho control, mientras que grupos de voluntarios reparten botellines de agua entre quienes esperan para evitar la deshidratación.
 
Gran despliegue de seguridad

Sólo en la jornada del lunes se repartieron de forma gratuita 250.000 litros de agua a quienes acudían a San Pedro, y en los próximos días se prevé distribuir hasta un millón de litros, según fuentes de Protección Civil. En la zona están desplegados 3.000 policías y carabineros (policía militarizada), mientras que en otras áreas de la ciudad, como estaciones y vías principales, la seguridad se ha estrechado con un millar de efectivos más. En la entrada a la Basílica se ha reforzado la vigilancia con 120 policías vestidos de paisano, que se relevan cada seis horas y controlan que no haya incidentes entre la cansada multitud.

Por los altavoces de la plaza de San Pedro se emite música solemne, interrumpida de tanto en tanto por plegarias en latín, mientras varias pantallas gigantes colocadas a lo largo de la Vía de la Conciliación muestran la capilla ardiente y contribuyen a aligerar la larga espera. El ambiente entre quienes aguardaban su turno era de emoción -que afloraba en ocasiones con aplausos espontáneos, especialmente cuando las pantallas gigantes mostraban de cerca la imagen del fallecido Wojtyla-, pero ya sin la conmoción y las lágrimas de los días pasados.

Durante la mañana se celebró una solemne misa en el interior de la Basílica en sufragio por el alma del Pontífice, sin que se detuviera el interminable desfile ante los restos del Papa. El catafalco donde reposa el cuerpo sin vida de Karol Wojtyla está colocado ante el altar mayor del templo, bajo el baldaquino de Bernini y a pocos metros de donde se encuentra la Tumba del Apóstol Pedro. La capilla ardiente permanecerá abierta hasta el jueves por la noche, horas antes de que se celebre la misa funeral por el Pontífice, en la que se espera la asistencia de unos 200 dignatarios de todo el mundo.

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