(Libertad Digital) Aunque el PSOE insiste en la importancia de analizar el vídeo de la fundación FAES sobre el 11-M, el documento sonoro que ahora centra la importancia de la investigación es la cinta que recoge las conversaciones entre el socialista de Gijón Fernando Huarte y el terrorista islamista Abdelkrim Benesmail.
El Grupo Popular ha registrado este martes en el Congreso un documento titulado "Propuestas para la reflexión de la comisión del 11-M". En él, el PP justifica le petición de comparecencias –todas negadas hasta ahora– y documentación que explicarían las principales lagunas que se ciernen sobre los atentados del 11 de marzo de 2004.
"Es cierto que hay una investigación judicial en curso –sostiene el documento–, pero no es menos cierto que la Comisión del 11-M actúa en un ámbito exclusivamente político y puede y debe entrar a investigar y valorar, entre otras cosas, qué falló en el funcionamiento de la seguridad pública, si hubo o no intención de alterar la normalidad democrática en víspera de las elecciones generales, si se respetó o no la legalidad en la jornada de reflexión y, sobre todo, si es posible determinar la autoría intelectual de la masacre y si ambas coinciden o no".
Añade que la comisión ha investigado con profundidad lo que hizo el Gobierno –entonces del PP– entre el 11-M y el 14-M y si nuestro país estaba en estado de alerta frente al terrorismo islamista. Pero después, plantea las dudas al rechazar que los comisionados estén "en condiciones de responder a la pregunta de qué falló, pues nadie –prosigue el documento registrado– ha sido capaz hasta ahora de dar una explicación coherente al siguiente hecho probado: cuantos participaron en la comisión del atentado del 11-M, todos, absolutamente todos, o estaban estrechamente investigados por la Justicia, principalmente por el Juez Baltasar Garzón, o por los cuerpos de seguridad del Estado e, incluso, por el Centro Nacional de Inteligencia, o eran confidentes o colaboradores de los cuerpos policiales".
Desde esta segunda premisa, el Grupo Popular lanza de nuevo la petición para que se investiguen los indicios que apuntan al papel del ETA en el 11-M: "Nadie está tampoco en condiciones de responder a la cuestión relativa a si el terrorismo islamista actuó por su propia iniciativa o contó con la colaboración de otros grupos terroristas. Y si la finalidad del atentado fue provocar un terremoto en el normal desenvolvimiento de la democracia española".
Las últimas revelaciones sobre el socialista de Gijón Fernando Huarte también ocupan la justificación en las peticiones del PP. En este sentido, el documento del PP sostiene que "los contactos mantenidos por el militante socialista y, tal vez, colaborador del CNI, Fernando Huarte con Abdelkrim Benesmail, perteneciente a la misma célula islamista del 11-M por su relación directa con Allekema Lamari, uno de los principales organizadores del atentado, presuntamente suicidado en Leganés del 3 de abril de 2004, confirman la existencia de una estrecha relación entre etarras e islamistas en las cárceles españolas que hasta ahora había sido rotundamente negada".