LD (Agencias) El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha arremetido contra el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, por haberse dejado "llevar al huerto" en la última "Cumbre de Primavera" de la mano de Gerhard Schroeder y Jacques Chirac, dado que, en su opinión, ambos dirigentes europeos tenían interés personal en echar por tierra el Pacto de Estabilidad y frenar la Agenda de Lisboa. Rajoy, que sacó a colación en varias ocasiones los criterios que esgrimía el ministro Pedro Solbes cuando era comisario para defender la estabilidad, exigió a Zapatero que no olvide que es "español" cuando acuda a estas citas.
En el pleno del Congreso dedicado a la última Cumbre de la UE, Rajoy aseveró que esa reunión era de enorme trascendencia para los españoles y los europeos, aunque Zapatero no supo "dar la talla". "Para ser exactos, ni siquiera se hubiera notado su ausencia. Acudió sin ideas definidas, huérfano de criterio y previsto del mejor talante para dejarse dirigir. No consta que en temas esenciales, la estabilidad y la Agenda de Lisboa, abriese la boca como no fuera para sonreír a los fotógrafos", espetó.
Rajoy, que avisó al presidente que había ido al hemiciclo a decir lo que "pensaba", le reprochó que acuda a las cumbres europeas como si fueran "un cóctel o acto social" y no para "trabajar o evitar pérdidas" de España. "Hemos llegado a unos extremos, señor Zapatero, que ya ni siquiera reclamo que sea usted competente. Tampoco le pido que sea serio porque parecería que reclamo un imposible. Lo que le ruego encarecidamente es que, por lo menos, cuando ejerza usted como nuestro representante, recuerde que es usted español", sostuvo.
En ese punto de su discurso, el presidente del PP hizo un repaso por todos los "logros" económicos de las legislaturas que trascurrieron entre 1996 y 2004, "logros" que, según recordó, costaron importantes "sacrificios" propios de los gobernantes y que contaron con el "aplauso sostenido" de ex comisario Pedro Solbes. Después, sacó a colación que España entró en el 'Euro' en su primera fase contra todo pronóstico y aceptó el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. "Todos en Europa estábamos de acuerdo en esto, porque, a día de hoy, no existen economías de derechas o de izquierdas. Hay políticas económicas buenas y malas, justas e injustas, razonables e insensatas".
"Políticas miopes" de "hambre para mañana"
A continuación, culpó a Zapatero de haber participado en una estrategia, junto al canciller alemán y al presidente francés para "cargarse" el Pacto de Estabilidad y convertirlo en un instrumento "inútil" que "alienta el déficit y la indisciplina. "Usted podrá ahora cumplir el gran sueño socialista de gastar más de lo que ingrese y sacudir el bolsillo de los españoles. Pero le van a poner un límite. Sin embargo, sus amigos Chirac y Schröeder, los grandes triunfadores de la tarde, podrán hacer lo que les dé la gana sin que nadie les tosa", añadió.
Asimismo, dijo que tanto el canciller alemán como el presidente galo tienen razones para firmar el "certificado de defunción" de la estabilidad presupuestaria de la UE, puesto que cumplir sus criterios significaba "deberes demasiado amargos para su paladar y capaces de irritar muy seriamente a sus ciudadanos". "Ellos juegan a corto plazo. Saben que a la larga sus países pagarán las consecuencias pero, de momento, se han librado de la sanciones, de los esfuerzos que exigía la Agenda de Lisboa y las reformas. Son políticas miopes de pan para hoy y hambre para mañana", puntualizó.