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BALONMANO

El Ciudad Real disputará la final de la Liga de Campeones pese a perder ante el Montpellier (33-31)

La final de la Liga de Campeones de balonmano tendrá protagonistas españoles después de que el Ciudad Real haya eliminado al Montpellier pese a perder por dos goles en el encuentro de vuelta, disputado en Francia. El equipo manchego luchará por el trono europeo ante el Barcelona, que el sábado se deshizo del Celje Pivovarna esloveno. La ida de la final se jugará el 30 de abril y la vuelta el 7 de mayo.

La final de la Liga de Campeones de balonmano tendrá protagonistas españoles después de que el Ciudad Real haya eliminado al Montpellier pese a perder por dos goles en el encuentro de vuelta, disputado en Francia. El equipo manchego luchará por el trono europeo ante el Barcelona, que el sábado se deshizo del Celje Pivovarna esloveno. La ida de la final se jugará el 30 de abril y la vuelta el 7 de mayo.
L D (Agencias) El equipo español ha pasado ciertos momentos de indecisión que le hicieron estar demasiado acelerado, lo que propició ventajas en el marcador del equipo francés, campeón en 2003, que no terminó de remontar la eliminatoria gracias al orden defensivo y el gran juego de ataque del equipo manchego que le valió para conseguir el pase a una nueva final, la primera en el máximo torneo continental.
 
Los de Juan de Dios Román mantuvieron en los primeros minutos una gran solidez defensiva que se tradujo en contraataques que pusieron la eliminatoria con nueve goles de ventaja (6-9, min.15). Pero el Montpellier comenzó a utilizar una defensa agresiva que los colegiados permitieron y que terminó por poner nervioso al equipo manchego.
 
El campeón de la Liga Allianz-Asobal cedieron entonces tres goles que pusieron un peligroso 17-15 al descanso después de que los colegiados eslovenos no concedieran un tanto de Rolando Uríos que el delegado EHF daba por bueno. Tras el parón, la presión del equipo francés y la dureza defensiva se mantuvieron y el Ciudad Real parecía tener prisa propiciando algún error en ataque en superioridad.
 
Juan de Dios Román pedía tranquilidad a los suyos y estos le respondieron aportando tranquilidad y sentido a los ataques que propició la igualada en el marcador (20-20, min.40). Los ataques elaborados mostraban la superioridad española y dejaban patentes las flaquezas del equipo de Patrice Canayer.
 
Los últimos minutos sirvieron para que ambos conjuntos trataran de llevarse el partido que finalmente cayó del lado francés pese a que los españoles tuvieron a los dos jugadores del partido, José Javier Hombrados y Alberto Entrerríos, que dieron una autentica exhibición de balonmano.
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