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Saiz pide "el apoyo de todos" para el CNI y que cesen las "dudas permanentes" sobre su actividad

El director del Centro Nacional de Inteligencia, Alberto Saiz, destacó este lunes en el Congreso que los servicios de inteligencia requieren, en su "difícil" tarea, "el apoyo" de "todos" y el "esfuerzo conjunto de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado", así como la "comprensión" a su "forma de trabajar" y a la "necesidad de mantener discreción sin que eso supongan dudas permanentes, cuando no acusaciones sobre su actividad".

L D (Europa Press) En la presentación del volumen “Cuadernos de Estrategia. El Papel de la Inteligencia ante los retos de la seguridad y de defensa internacional”, elaborado por el CNI y el Instituto Español de Estudios Estratégicos, Saiz dijo ser consciente de que la sociedad española demanda "servicios de inteligencia eficientes" que coadyuven en la toma de decisiones relacionadas con la seguridad y defensa nacional.
 
En este sentido, anunció que el Gobierno "ha aprobado recientemente la nueva Directiva de Inteligencia". Esta directiva, aprobada en enero, tiene la peculiaridad de que podrá sufrir modificaciones a lo largo del curso. El nuevo texto, dijo Saiz, "permitirá afrontar nuevos retos de seguridad en un escenario en el que son imprescindibles tanto la coordinación entre los servicios de inteligencia españoles como la cooperación en el ámbito internacional".
 
El secretario de Estado jefe de los servicios de inteligencia defendió la normativa que regula el CNI, definiéndola como "el marco adecuado para que realice sus cometidos garantizando pleno respeto a los derechos y libertades recogidos en la Constitución", y subrayó la importancia de la Comisión Delegada del Gobierno para asuntos de inteligencia, a la que corresponde garantizar la coordinación "para la formación de una comunidad de inteligencia".
 
A su juicio, no puede existir una "verdadera comunidad de inteligencia" y, por ello, "no será posible encontrar la adecuada cooperación y coordinación entre los distintos servicios de inteligencia y cooperación del Estado" si no se comparten "una serie de conocimientos comunes de carácter científico y técnico entre los profesionales" que trabajan en este ámbito e incluso, si no son capaces "de transmitir a la sociedad en su conjunto parte de esta cultura de inteligencia".
 
Saiz destacó que el volumen presentado este lunes supone un "magnífico trabajo" y que este tipo de textos ayuda a que se entienda el "modo de trabajar" del CNI y a que se valore su "discreción" y "silencios, a pesar de los pesares" como un "servicio más" que prestan a la seguridad en España. Subrayó que obtener información y seleccionar la correcta es el objetivo de los servicios de inteligencia. "Esta información, para que sea válida, debe ser políticamente neutral, concisa, teniendo el valor añadido y llegar en tiempo útil a aquellas personas que tienen que tomar las decisiones para prevenir riesgos y amenazas contra el Estado", resaltó. Así, enfatizó que en el mundo actual "la paz va indisolublemente unida a la inteligencia preventiva". "Es mejor prevenir la crisis que gestionarla", relató, subrayando que, por ello, su actividad "debe centrarse de manera prioritaria en la identificación de los riesgos".
 
"Pero para resolver una crisis en su inicio es necesario interpretar la realidad no solo es sus aspectos visibles sino también en los más ocultos, con frecuencia mucho más importantes que los primeros, y ésta es la actividad que caracteriza los servicios de inteligencia, a la que se une otra no menos importante: la de poder realizar su trabajo de forma discreta", declaró.
 
La inteligencia "tiene un carácter esencialmente preventivo"
 
A su juicio, es "fundamental" comprender que la labor de los servicios "tiene un carácter esencialmente preventivo". "La excelencia de un servicio se mide en lo fundamental por las amenazas que ha logrado que no se materialicen y por los riesgos sobre los que ha podido alertar en tiempo oportuno", dijo. "Se podría decir que si los éxitos de un ejército se miden por sus victorias en el campo de batalla, o los de la policía por sus actuaciones en contra de la criminalidad, los de la inteligencia son precisamente las batallas o actos delictivos que no se han producido gracias a información suficientemente anticipada y exacta", expuso.
 
El secretario de Estado resaltó que es "impensable" que la labor de los servicios de inteligencia "pudiera impedir todas las agresiones de diversa índole contra el Estado de Derecho". Admitió que en la actualidad, el trabajo que desempeñan "es especialmente controvertido" porque se centra en "actuar sobre amenazas que aún no han llegado a formalizarse, porque además, estas son mucho más difíciles de valorar aún en el caso de que acaben materializándose".
 
Así, manifestó que "hace años" todo el mundo "comprendía y aceptaba" que un servicio occidental "obtuviese información secreta sobre los planes nucleares soviéticos o sobre las posibilidades de actuación de un determinado grupo terrorista". "Hoy, sin embargo, surgen reparos cuando se trata de obtener información sobre determinadas organizaciones, que bajo cobertura política financiera o humanitaria, proyectan acciones desestabilizadoras especulativas o simplemente actuaciones criminales", recalcó.
 
Acusaciones impunes
 
Aseguró que la reivindicación "histórica" de los servicios ha sido "obtener cobertura legal a sus actuaciones", algo "sumamente complejo". Destacó que éstos necesitan "garantías funcionales para la actuación de sus agentes" e indicó que ello no es una "patente de corso so pretexto de evitar males mayores", sino que se trata "de proteger unas actuaciones en las zonas limítrofes del Estado de derecho".
 
A su juicio, la legislación del CNI intenta dar respuesta al mismo tiempo a la necesidad de eficacia con la "salvaguarda escrupulosa de los derechos de los ciudadanos". "Durante muchos años, se ha asociado a los servicios de inteligencia españoles el secretismo, que no el secreto, y de esta manera podría decirse que impunemente se les ha acusado de corrupciones y corruptelas", dijo. "Esto no es así", recalcó. "EL CNI quiere proyectar la máxima transparencia hasta donde sea posible, salvaguardando siempre la legislación que nos regula y nuestro obligado modo de trabajo", indicó.
 
Terrorismo no nacional
 
Saiz indicó que la situación es "complicada" ya que "junto a las amenazas terroristas, tradicionales o de ámbito nacional", deben hacer frente "al terrorismo no nacional". "Este tipo de terrorismo representa un enemigo que no es un Estado pero que posee capacidades desestabilizadoras y operativas reales –señaló–. No se debe nada a sus sujetos ni justifica objetivos ni tácticas, ni debe siquiera asegurar la integridad física de sus seguidores". "En una palabra, se trata del antiestado, que ha hecho de la asimetría su fuerza, pero el daño más grave es que ha elevado al nivel de ideología la percepción de que la diversidad sea una amenaza, que es lo mismo que hablar de guerra perpetua, porque la diversidad existirá siempre en cuanto que forma parte de la naturaleza", enfatizó.
 
Para Saiz, con el trabajo serio de los servicios de inteligencia se puede "conseguir que el desarrollo de los acontecimientos sea menos imprevisible" y que los Gobiernos "estén en condiciones de tomar, con la máxima oportunidad, medidas adecuadas para proporcionar seguridad efectiva al Estado y a sus ciudadanos". "Necesitamos el apoyo y la comprensión de la sociedad a la que servimos, en definitiva, el apoyo de todos ustedes", remachó.
 
 

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