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El grupo islamista gestado en Topas quería volar la sede del PP, la torre Picasso y el Bernabéu

Los detenidos en la segunda fase de la operación Nova formaban una célula islamista que había marcado diferentes objetivos terroristas en Madrid. En un auto dictado por el juez Garzón se explica que los planes de los terroristas pasaban por las estaciones de Atocha y Príncipe Pío, la torre Picasso, la sede del Partido Popular, el Palacio de Exposiciones y el estadio Santiago Bernabéu. Entre los detenidos y aislados el pasado jueves figuraba el islamista que celebró la matanza de Madrid con presos etarras.

L D (Agencias) Así lo asegura Baltasar Garzón en la resolución en la que ordena el ingreso en prisión por esta causa de cuatro de los cinco reclusos aislados en la operación Nova II, mientras que esta tarde tomará declaración a los ocho detenidos el pasado jueves en distintas provincias españolas, según informa la agencia EFE.

Los objetivos, tal y como relata el auto, eran: "las estaciones ferroviarias de Atocha y Príncipe Píos, edificios emblemáticos como la Torre Picasso y las adyacentes, la sede del Partido Popular, el Palacio de Exposiciones, el estado Santiago Bernabéu, entre otros".

El juez Garzón explica en su auto que los trece detenidos (también había presos aislados para su interrogatorio) formarían parte de un segundo nivel de la célula islamista, "cuyos miembros estarían dispuestos a sustituir a los de la primera línea (quienes ingresaron en prisión el pasado 23 de octubre) una vez cumplieran sus acciones o fueran detenidos". Este grupo estaría dirigido por Addila Mimon, uno de los detenidos en la primera fase de la operación bajo la acusación de pretender atentar contra la Audiencia Nacional, informa Europa Press.

Este martes por la mañana, el magistrado de la Audiencia Nacional tomó declaración a cinco de los trece detenidos en la segunda operación que se encontraban en prisión. El magistrado decretó prisión incondicional para Mustapha Zanibar (el preso islamista que celebró en A Lama la masacre de Madrid con presos etarras), Kunic Soubi, Aspri Smali y Mohamed Amin por asociación ilícita en su modalidad de integración en organización terrorista. El quinto detenido que compareció ante el juez, que se encontraba preso en la cárcel de Puerto I (Cádiz), quedó en libertad por estas diligencias.

Los “Mártires por Marruecos” en Topas y A Lama
 
En su resolución, el magistrado recuerda que Mohamed Achraf, detenido en Suiza, formó en 2001 en la prisión de Topas un grupo terrorista llamado "Mártires por Marruecos" con el fin de volar la Audiencia Nacional. De tal grupo formaba parte, entre otros, el recluso islamista Addila Mimon, interno en el centro penitenciario de A Lama (Pontevedra). Pese a las reticencias –ahora las ha corregido– de la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, las prisiones salmantina y pontevedresa vuelven a ser el eje de las investigaciones.

Sostiene Garzón que "en un segundo nivel, existiría otra estructura con los mismos rasgos anteriores (salafistas radicales, predisposición al martirio mediante suicidio) cuyos miembros estarían dispuestos a sustituir a los de la primera línea una vez cumplieran sus acciones o fueran detenidos". Garzón añade que Mimon, cuyo verdadero nombre es Dibali Abdellah, es el líder de este "segundo nivel", y añade que en el registro de su celda "se le intervino documentación que marcaba diferentes objetivos terroristas posibles en la capital de España", los citados anteriormente.
 
Benesmail y Lamari, presos con línea directa con ETA

El auto recoge también que de la célula liderada por Mimon forman parte cuatro de los cinco reclusos islamistas aislados en prisión el pasado jueves. Uno de ellos es el miembro del Grupo Islámico Armado (GIA) Soubi Kunic, perteneciente al grupo de Abdelkrim Benesmail que, como informa este martes el diario El Mundo, mantenía relación “casi en exclusividad” con los etarras de la cárcel de Villabona. También engrosa esta célula, su número dos, Allekema Lamari, considerado el "emir" de los atentados del 11-M y que se suicidó en Leganés el pasado 3 de abril junto a otros siete terroristas.

Según informa la agencia EFE, el auto destaca también la pertenencia a esta célula del palestino Mohamed Amin, que utilizaba hasta 17 identidades "y que sería –dice la resolución– el hombre de confianza o 'lugarteniente' de Mimon, con quien se hallaba en el centro penitenciario de A Lama"; donde también cumplían condena Aspri Samli, "extremadamente agresivo y violento", y Mustapha Zanibar, que "ejerce una gran influencia sobre los demás del grupo" y que, según contrastadas informaciones, celebró la matanza de Madrid con presos etarras.
 
Anticipación policial y judicial, según Garzón
 
En opinión del magistrado, la cohesión de la organización se consigue "con el adoctrinamiento inicial" desarrollado sobre "núcleos de personas que se van abriendo como racimos, en tanto que la acción criminal definitiva no es más que una consecuencia añadida, ya asumida como algo 'santo' y 'purificador'; algo que se impone por la propia esencia del camino de la 'Jihad' para un 'mujahidin', como soldado de Dios".
 
"Por ende –añade el auto–, la acción policial y judicial debe adelantarse a la fase de formación de estos grupos cuando se apoyan en una ideología o planteamientos teórico-religiosos salafistas extremos, que ineludiblemente les va a llevar a la consumación de una acción criminal violenta", dice el auto.
 
Garzón insiste en que Acharf aprovechó "las rendijas y zonas libres de control del sistema penitenciario" para armar "un grupo amplio de personas dispuestas "a practicar la 'jihad'" inmediatamente o a medio o largo plazo. Para ello, a presos comunes "se les expone esta visión extremista del Islam como medio de expiación de sus pecados anteriores y para sacarlos de un modo de vida y conferirles la purificación, a través, en su caso, del martirio".

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