L D (Europa Press) El documento, dado a conocer por la Cadena Ser y correspondiente a la reunión que la comisión celebró el 10 de diciembre de 2003, indica que los doctores Rodríguez Roldán y Montes Miezo presentaron "sendos documentos de consentimiento informado" y que la comisión del Severo Ochoa decidió, "tras escuchar las opiniones de todos los miembros", que no era "necesaria su existencia".
Así, se estableció que lo que debía hacerse era "constatar la indicación de sedación en la historia clínica, expresándose en la misma la motivación de cada medida adoptada y la información dada al paciente y/o a sus familiares sobre la situación terminal", y se consideró que estas anotaciones serían "requisitos necesarios y suficientes para realizar la sedación del paciente terminal, dado que ésta constituye una medida terapéutica perfectamente fundamentada".
En una segunda fase de esta reunión se discutió, con "la participación activa de todos los miembros de la comisión, los aspectos técnicos de los diferentes protocolos presentados", al tiempo que se entregó a los doctores Rodríguez Roldán y Lara Álvarez la elaboración de un documento que recogiera "las aportaciones de los diferentes borradores", a fin de constituirse en "la base del documento definitivo".
Ante la negativa de la dirección del hospital a tomar esta medida, Montes estableció un documento de consentimiento que firmaban los pacientes y que no archivó con las historias clínicas porque la comisión, de la que formaba parte el doctor Solís Villa, nuevo director médico tras la crisis, consideró que no era necesario. Pese a todo, según la citada emisora, Montes decidió establecer este consentimiento informado para urgencias porque así se lo había recomendado el comité de ética de Getafe.
Un portavoz de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid prefirió no valorar esta información, al tratarse de una reunión interna de la comisión del hospital, aunque recordó a Europa Press que, aunque la propuesta de Montes no fuera aceptada, este órgano concluyó sus reuniones con la redacción de un protocolo que recogía los documentos de consentimiento.