LD (EFE) Tras jurar su nuevo cargo, en presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, Bustelo ha afirmado que "los tiempos que corren para nuestra infeliz España son tiempos difíciles", y ha añadido que atravesamos un período de "retroceso histórico" que "esperamos no sea muy largo en intensidad ni en duración".
El nuevo presidente del Tribunal madrileño, que se definió a sí mismo como "liberal converso", señaló que había asumido este cargo llevado por la "persona y la personalidad" de Esperanza Aguirre, que "en estos momentos difíciles representa para nosotros una, esperanza, una isla de bien hacer, de sentido común y de buena marcha económica".
Bustelo ha afirmado que trabajará para que el Tribunal "se convierta en gran defensor de la economía de mercado y de la libre competencia" ideas que, a su juicio, la sociedad española "recibe todavía con aprehensión, cuando no, con abierta hostilidad". Por su parte, la presidenta de la Comunidad ha destacado que el ahora presidente del Tribunal de la Libre Competencia ha sido "un antifranquista de los de verdad y no de los de ahora, que quieren resucitar querellas para luchar contra los fantasmas de un régimen contra el que nada hicieron".
La presidenta ha dicho que Bustelo ha evolucionado hacia "posturas de profundas convicciones liberales" y que ese carácter se hizo patente cuando "defendió a las casi 200 familias de los trabajadores de la CMT" a los que el Gobierno quiere trasladar a Barcelona. Un traslado que a juicio de Aguirre es "inexplicable" y que para Bustelo significa una "deportación", detrás del que no hay razones económicas, sino "exclusivamente políticas". Por eso, la decisión de Bustelo de dimitir de la CMT es, según Aguirre, "un gesto del que deberían tomar ejemplo muchos de los que hoy hablan de talante, de escuchar a los ciudadanos, pero que son incapaces no ya de mantenerse firmes en sus principios, sino de asumir responsabilidades por su mala gestión".