(Libertad Digital) El acto, al que ha asistido también el ministro de Comunicación de Marruecos, Mohamed Nabil Benabdallah, ha cerrado la visita de dos días de la vicepresidenta al país magrebí.
Fernández de la Vega ha resaltado la importancia de la serie como una forma de explorar todo lo que España y Marruecos tiene en común, y apreciar y valorar los modos diversos y diferentes en que nos expresamos. La serie viaja continuamente entre el pueblo gallego y el bereber, y, en opinión de la vicepresidenta, servirá para constatar todo lo que une a ambos países. La vicepresidenta se ha felicitado porque la televisión difunda programas en los que se transmitan valores como la tolerancia, el respeto mutuo entre personas y culturas; “valores como el que nos enseña el Jadal saber milenario, recogido por imanes sabios en centenares de tratados para enseñarnos el arte de dialogar con el adversario”, afirmando que este es el camino para “desterrar los prejuicios y acabar con los estereotipos”.
Hanan, la protagonista de la serie, es una niña de padres marroquíes nacida en Galicia. De la Vega señaló que a través de los ojos de esta niña observamos la riqueza enorme de ambos países como símbolo positivo del fenómeno de la inmigración. “Nuestro pasado de emigración, las experiencias personales de los tiempos en que la promesa de una vida mejor estaba fuera de las fronteras, nos debe sensibilizar para ponernos en el lugar de quien, ahora, llega a nuestro país”, ha manifestado la vicepresidenta.
De la Vega ha defendido que os inmigrantes tengan los mismos derechos que el resto de los ciudadanos. “Ser titular de derechos y de obligaciones genera confianza y seguridad. En una sociedad decente no puede haber ciudadanos de segunda clase, no hay lugar en ella para los prejuicios y los estigmas que menoscaban la dignidad y la autoestima personal”, ha dicho la vicepresidenta. Por último, la Vicepresidenta no ha querido olvidar hablar de las mujeres y se ha referido a la “Mudawana”, código de familia del Estado marroquí, que en 2003 fue reformado por Mohamed VI, como “uno de los hitos históricos en esta lucha por la igualdad y el respeto de los derechos de las mujeres marroquíes que también compartimos. Un paso decisivo que, no dudamos, hará avanzar a la sociedad.”