L D (Europa Press) La ministra aseguró que "el Gobierno piensa lo mismo". En respuesta a si saldrían más documentos del Archivo, Calvo respondió con un rotundo "no" y recordó que es una decisión que tiene que ver con una razón histórica que "nadie puede negar", razón por la que justifica que se haga mediante ley, para que suponga debatir "en la sede" de la democracia, con todos los partidos presentes. Asimismo, reiteró que el asunto se cerrará mediante una ley que presta "toda la seguridad jurídica" a una situación "absolutamente puntual".
Carmen Calvo añadió que el que se preocupe porque va a ocurrir algo en las instituciones del Estado "que no lo haga" y "que quien lo decide es el Gobierno", particularmente ella como ministra de Cultura. "Puede dormir tranquilo porque yo no voy a tomar ninguna decisión", concretó. La titular de Cultura considera sorprendente que hay preocupación por si otras comunidades autónomas solicitan fondos del Archivo y reiteró que "no hay ninguna decisión de hacer nada con las instituciones del Estado". Calvo insistió en que éste es un caso "muy singular" que responde a una verdad de la historia, "guste o no", cuando se incautaron los documentos de la Generalidad "con fines represivos y que significó la muerte para mucha gente".
Todo ello, explicó, no tiene nada que ver ni Castilla y León ni con Salamanca, por lo que apeló a la responsabilidad de quienes utilicen este asunto para hacer demagogia, "incluso para insultar y para enfrentar a unos españoles con otros". La ministra recordó también que la devolución de legajos se producirá con arreglo a lo que la Comisión de Expertos ha asesorado, tal y como se decidió en una reunión del Patronato del Archivo en la que los representantes del Ayuntamiento de Salamanca y de Castilla y León no se opusieron.
En este sentido, aclaró que la Comisión decidió que las peticiones legítimas de particulares de toda España, tales como cartas de amor, fotografías, en definitiva "documentos totalmente privados", era legítimo que se devolvieron a lo largo de los años, al igual que hiciera Franco con familias cercanas al régimen o como se ha hecho con los sindicatos.