L D (Agencias) La popular Esperanza Aguirre se quejó de que el Gobierno "ostensiblemente elude invitar a la presidenta de la Comunidad de Madrid a actos muy importantes que tienen lugar en esta región, cosa que no haría jamás con ningún otro presidente de comunidad autónoma de España".
En declaraciones a la Cadena SER recogidas por Europa Press, la jefa del Ejecutivo autonómico afirmó: "Como madrileños, protestamos cuando se hacen agravios a Madrid, y como españoles nos sentimos en la obligación de manifestarnos cuando vemos cosas que no nos gustan".
En declaraciones a los periodistas recogidas por la agencia Europa Press, Aguirre dijo suponer que este trato del presidente no es "porque Zapatero sea del Barça, que todos podemos ser del equipo que queramos, pero cuando estamos en los cargos a lo mejor hay que disimular un poco más". La alusión futbolística rpovocó la reacción del presidente del PP catalán, Josep Piqué, pero no para defender la postura de su compañera de partido sino para criticarla.
Desde su llegada al poder, el Gobierno de Zapatero paralizó las licitaciones y los proyectos de construcción de la Radial 1 de salida de Madrid, así como el proyecto de cierre de la carretera de circunvalación M-50 por debajo del monte del Pardo. Ambos proyectos estaban en fase de redacción y habían sido contratados por el anterior Ejecutivo y se consideran por el Gobierno de Madrid como estratégicos. Pero lo cierto es que además la extensión durante unos quince kilómetros de la R-3 a Valencia también se ha paralizado, así como la remodelación de la Nacional 1 y 2 –construcción de tres carriles hasta el límite provincial de Guadalajara y supresión de las travesías en la carretera de Burgos– .
La vicepresidenta primera negó estas acusaciones y, por el contrario, afirmó que "este Gobierno ha hecho una apuesta decidida por el diálogo y por la colaboración institucional porque eso favorece a los ciudadanos" y porque eso, según ella, "está por encima del color político de cualquier gobierno". Fernández de la Vega aprovechó la ocasión para expresar, en nombre propio, en el del Gobierno español "y, en particular en el del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, nuestro afecto y solidaridad al pueblo de Madrid".
La vicepresidenta primera había sido invitada personalmente a esta recepción por la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que le telefoneó para que asistiera al acto por considerar que la trascendencia de la celebración hacía necesaria la presencia en la misma de algún miembro del Ejecutivo central.