L D (EFE) Nadal, que disputaba su tercera final consecutiva (Montecarlo y Barcelona) y su sexta del año (ganó en Costa Do Saipe y Acapulco, y cayó en la de Miami), ve aumentar su impresionante racha a 17 victorias consecutivas, además de dejar su palmarés de 2005 sobre la tierra batida en 31 triunfos y sólo dos derrotas. Y lo ha realizado en un partido increíble, emocionante e impresionante. Tanto que con sus cinco horas y 14 minutos de duración bate el récord del torneo romano, que estaba en 4 horas y 53 minutos del que enfrentó en 1979 al estadounidense Vitas Gerulaitis y el argentino Guillermo Vilas. Eso sí, el de 1979 es el récord de juegos disputados con un total de 57 (6-7, 7-6, 6-7, 6-4 y 6-2).
Pero también ha roto el récord de un Masters Series, desde que en 1990 se produjo esta denominación, pues el anterior estaba en las cuatro horas y media del encuentro entre el chileno Marcelo Ríos y el argentino Mariano Zalabeta de Hamburgo en 1999. Nadal sucede a Carlos Moyá, ganador en 2004 en Roma, como último español, y es el cuarto triunfo hispano consecutivo, pues en 2003 lo conquistó Félix Mantilla, y en 2001 Juan Carlos Ferrero. Datos que evidencian lo increíble y disputado de un partido que pudo caer de uno u otro lado, que vio vislumbrar en momentos a Coria como ganador y que Nadal apuntilló en su cuarta bola de encuentro.
Era el tercer encuentro entre ambos jugadores (ahora 2-1 para Nadal) y significaba la revancha para Coria de la derrota sufrida hace poco menos de un mes en la final de Montecarlo. El argentino estuvo cerca pues los dos se castigaron con potencia y toque de clase, sin dejar de correr durante el maratoniano encuentro. Si en los dos últimos días, ante el checo Radek Stepanek y el español David Ferrer, Nadal había dado muestras de un cierto cansancio mental por lo mucho que lleva jugado, esta vez ha vuelto a ser el jugador irresistible de los últimos meses. De inicio las cosas se pusieron favorables a Coria, que logró romper el saque de Nadal en el quinto juego. Hasta entonces, el argentino devolvía todo y se aprovechaba de algunos errores de Nadal en el intentó de peinar las líneas para dificultar nuevas respuestas del adversario.
Pero a partir del sexto juego (4-2 para Coria), apareció el gran Nadal. Sus golpes entraron con profundidad y ajustados y castigaron sin piedad a un argentino que cedió consecutivamente cinco juegos. Ello daba al español el primer set, por 6-4 (54 minutos), y le situaban con 1-0 en el segundo. Una segunda manga donde volvió la total igualdad, donde en los seis primeros juegos se intercambiaron una rotura de servicio (3-3), pero que finalizó mucho mejor Coria, que se hizo con los tres siguientes al saber alternar golpes profundos con dejadas. El tercer set devolvió el potente juego de Nadal, que puso toda su fuerza y poderío en la pista y machacó a un Coria que vio como el manacorí se situaba con un claro 4-0.
La resolución del set parecía rápida. Pero no fue así. Coria recuperó hasta el 5-3. Se dio paso con saque del argentino al juego más largo del partido y de lo que se lleva de torneo: una veintena de minutos, con 28 puntos en juego, siete bolas de set para Nadal y 6 de ventaja para el argentino. Pudo caer, pues, el noveno juego para uno u otro lado. Es más, tras superar la primera bola de set, se dio el juego a Coria pero Nadal protestó el bote de la bola y el juez de silla, tras bajar a ver el bote, dio marcha atrás. Al final, el tercer set fue para el español. Nadal conducía por dos sets a uno y parecía mucho más entonado física y moralmente. Pero los inicios del cuarto se dieron algunos despistes suyos, que aprovechó Coria para romperle el saque en el primer juego.
El balear, que ya había iniciado el partido con el dedo índice de la mano izquierda vendado por un corte producido hace unos días, precisó de atención médica tras sufrir una vejiga en la palma de la misma mano. Pese a ello recuperó hasta el 2-2. Pero una inmediata rotura de su saque le dio a Coria nueva ventaja, que ya no desaprovecharía en su segunda bola para ello y tras superar una ventaja del español. Se iba, pues, a un quinto decisivo set y ya con la luz artificial encendida y con ambos jugadores muy castigados físicamente. Coria parecía más entero y se puso con un favorable 3-0. Pero Nadal, apoyado por el público, igualó (3-3). En el duodécimo juego, con 6-5 a su favor y con saque de Coria, Nadal desaprovechó su primera bola de partido. Se llegaba al desempate por primera vez en el torneo romano para decidir el ganador final. Y las cosas se iniciaron bien para el español, que se puso con un favorable 5-1.
Pero, ante un Coria que llegaba a todo, aún debería sufrir Nadal, que vio al argentino levantar otras tres bolas de partido, la segunda con doble falta del español. Se llegó al empate 6-6. Pero el balear estuvo más atinado en los dos siguientes puntos y ganó el título. Era el final de un partido excelente, que brinda el mejor servicio y anuncio al tenis. Un partido maratoniano, que terminó bajo los grandes aplausos del público para los dos gladiadores del Foro: Nadal y Coria. Se lo merecían.
Pero también ha roto el récord de un Masters Series, desde que en 1990 se produjo esta denominación, pues el anterior estaba en las cuatro horas y media del encuentro entre el chileno Marcelo Ríos y el argentino Mariano Zalabeta de Hamburgo en 1999. Nadal sucede a Carlos Moyá, ganador en 2004 en Roma, como último español, y es el cuarto triunfo hispano consecutivo, pues en 2003 lo conquistó Félix Mantilla, y en 2001 Juan Carlos Ferrero. Datos que evidencian lo increíble y disputado de un partido que pudo caer de uno u otro lado, que vio vislumbrar en momentos a Coria como ganador y que Nadal apuntilló en su cuarta bola de encuentro.
Era el tercer encuentro entre ambos jugadores (ahora 2-1 para Nadal) y significaba la revancha para Coria de la derrota sufrida hace poco menos de un mes en la final de Montecarlo. El argentino estuvo cerca pues los dos se castigaron con potencia y toque de clase, sin dejar de correr durante el maratoniano encuentro. Si en los dos últimos días, ante el checo Radek Stepanek y el español David Ferrer, Nadal había dado muestras de un cierto cansancio mental por lo mucho que lleva jugado, esta vez ha vuelto a ser el jugador irresistible de los últimos meses. De inicio las cosas se pusieron favorables a Coria, que logró romper el saque de Nadal en el quinto juego. Hasta entonces, el argentino devolvía todo y se aprovechaba de algunos errores de Nadal en el intentó de peinar las líneas para dificultar nuevas respuestas del adversario.
Pero a partir del sexto juego (4-2 para Coria), apareció el gran Nadal. Sus golpes entraron con profundidad y ajustados y castigaron sin piedad a un argentino que cedió consecutivamente cinco juegos. Ello daba al español el primer set, por 6-4 (54 minutos), y le situaban con 1-0 en el segundo. Una segunda manga donde volvió la total igualdad, donde en los seis primeros juegos se intercambiaron una rotura de servicio (3-3), pero que finalizó mucho mejor Coria, que se hizo con los tres siguientes al saber alternar golpes profundos con dejadas. El tercer set devolvió el potente juego de Nadal, que puso toda su fuerza y poderío en la pista y machacó a un Coria que vio como el manacorí se situaba con un claro 4-0.
La resolución del set parecía rápida. Pero no fue así. Coria recuperó hasta el 5-3. Se dio paso con saque del argentino al juego más largo del partido y de lo que se lleva de torneo: una veintena de minutos, con 28 puntos en juego, siete bolas de set para Nadal y 6 de ventaja para el argentino. Pudo caer, pues, el noveno juego para uno u otro lado. Es más, tras superar la primera bola de set, se dio el juego a Coria pero Nadal protestó el bote de la bola y el juez de silla, tras bajar a ver el bote, dio marcha atrás. Al final, el tercer set fue para el español. Nadal conducía por dos sets a uno y parecía mucho más entonado física y moralmente. Pero los inicios del cuarto se dieron algunos despistes suyos, que aprovechó Coria para romperle el saque en el primer juego.
El balear, que ya había iniciado el partido con el dedo índice de la mano izquierda vendado por un corte producido hace unos días, precisó de atención médica tras sufrir una vejiga en la palma de la misma mano. Pese a ello recuperó hasta el 2-2. Pero una inmediata rotura de su saque le dio a Coria nueva ventaja, que ya no desaprovecharía en su segunda bola para ello y tras superar una ventaja del español. Se iba, pues, a un quinto decisivo set y ya con la luz artificial encendida y con ambos jugadores muy castigados físicamente. Coria parecía más entero y se puso con un favorable 3-0. Pero Nadal, apoyado por el público, igualó (3-3). En el duodécimo juego, con 6-5 a su favor y con saque de Coria, Nadal desaprovechó su primera bola de partido. Se llegaba al desempate por primera vez en el torneo romano para decidir el ganador final. Y las cosas se iniciaron bien para el español, que se puso con un favorable 5-1.
Pero, ante un Coria que llegaba a todo, aún debería sufrir Nadal, que vio al argentino levantar otras tres bolas de partido, la segunda con doble falta del español. Se llegó al empate 6-6. Pero el balear estuvo más atinado en los dos siguientes puntos y ganó el título. Era el final de un partido excelente, que brinda el mejor servicio y anuncio al tenis. Un partido maratoniano, que terminó bajo los grandes aplausos del público para los dos gladiadores del Foro: Nadal y Coria. Se lo merecían.