LD (agencias) Los gobiernos de Francia y Alemania mostraron este jueves su preocupación porque los 700.000 regularizados en España pudieran instalarse en otros países de la Unión Europea. José Antonio Alonso intentó tranquilizar a sus socios europeos en París, donde se reunieron los ministros de interior de los 5 grandes de la Uniódn Europea; Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña y España. Alonso les dijo que "ha quedado claro que no hay ningún problema" y que el proceso de regularización en España "no va a repercutir a la hora de lanzar inmigrantes ilegales al resto de la UE".
Por el contrario, y como ha explicado el portavoz europeo de Seguridad, Libertad y Justicia, Friso Roscan, los inmigrantes ilegales regularizados en España sí podrán ir a otros países de la Unión Europea a instalarse y buscar trabajo. En consecuencia el proceso de regularización en España tendrá efectos en el resto de los países miembros.
Aunque para ello habrá que esperar al 23 de enero de 2006, fecha en que entrará en vigor una nueva directiva que regula la situación de los residentes de larga duración en la UE. Según ha explicado Friso Roscan, todo ciudadano que lleve residiendo legalmente en uno de los Estados miembros durante al menos cinco años podrá disfrutar de los derechos sociales básicos de cualquier ciudadano de la Unión Europea. También se les permitirá la movilidad geográfica en el continente, por lo que los inmigrantes podrán ir de España a otros países de la UE.
A ello se suma que, de acuerdo con la directiva europea, “los miembros de la familia también podrán instalarse en otro Estado miembro conjuntamente con los residentes de larga duración, con el fin de mantener la unidad familiar”. En el caso de España, el cómputo de los cinco años se hará desde el momento en que se ha regularizado la situación, sin que se extienda de forma retroactiva al período en que haya estado viviendo, pero de forma ilegal.
En junio el Parlamento Europeo se votará un informe que concluye que los procesos de regularización masiva como el español "fomentan las migraciones ilegales y no solucionan los verdaderos problemas de fondo".
"No hay ningún problema con Francia"
El ministro de interior francés, Dominique de Villepin, criticó la el proceso de regularización del Gobierno español, que calificó de "unilateral", ya que se mostró "en contra de las regularizaciones masivas". Del mismo modo ha llamado a la creación de "mecanismos de alerta" en la UE ante iniciativas como la del Gobierno Zapatero.
La vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado que "no hay ningún problema específico con Francia". También ha declarado que un editorial del diario "Le Monde" había alabado el "rigor" con que se había realizado el proceso de regularización de inmigrantes ilegales en España.