L D (EFE) En una espectacular fiesta, que reunió a unos 90.000 espectadores, lo más llamativo se produjo cuando el camerunés Samuel Etoó se dejó llevar por la euforia y los cánticos de las gradas y comenzó a corear: "Madrid cabrón, saluda al campeón". Exceptuando ese lunar, los protagonistas de la fiesta fueron los futbolistas. Se situaron uno a uno en el centro del campo, después de una presentación 'hollywoodiense'. Envueltos en banderas azulgranas, señeras catalanas, banderas de Brasil o la enseña mexicana que lucía Rafael Márquez, disfrutaron de la fiesta entre el entusiasmo de unos seguidores que llenaron el Camp Nou desde muchas horas antes.
Frank Rijkaard, el técnico responsable del éxito, se mantuvo en un discreto segundo plano, a pesar de que cuando apareció en escena, los espectadores le vitorearon y los jugadores le llevaron en hombros. Rijkaard se dirigió a los aficionados en catalán: "El equipo, los jugadores y todo el plantel ha hecho un trabajo muy grande. El público ha sido fundamental. El Barcelona es más que un club y si todos estamos unidos es aún más grande", dijo el técnico, quien acabó su alocución, como la totalidad de los jugadores posteriormente, con vivas al Barça y a Cataluña y en su caso también al presidente del club.
El capitán Carles Puyol también agradeció a los seguidores el apoyo prestado durante la temporada. "Queremos dedicar el título a todos los culés. Esperemos que sea el primero de muchos. Hay una cosa que nos hace sentir optimistas, este año hemos tenido muchos lesionados, el año que viene, al cien por cien, seremos más competitivos", indicó. Xavi Hernández dijo que los aficionados habían demostrado estos días porqué el Barcelona es más que un club. "Este título se lo merece todo el mundo", aseguró Xavi, mientras que para el defensa Oleguer Presas este triunfo es "el primero de muchos", algo en lo que coincide Deco': "Este será el primer título de muchos".
Samuel Eto'o, que estuvo muy desafortunado cuando invitó al público a proferir insultos contra el Real Madrid, había dado las gracias en su alocución "al público, al señor presidente y a Dios" por todo lo vivido estos días. "Después de haber visto esto, el año que viene tengo que volver aquí para volver a festejar con todos vosotros", dijo ante un enardecido público. Edmilson considera que el barcelonismo "es un familia grande y así lo podemos ganar todos", mientras que Víctor Valdés calificó la noche de "especial" y aseguró sentirse orgulloso de "vestir esta camiseta, con el escudo más bonito del mundo, el del Barcelona". La totalidad de la plantilla pasó por el micrófono instalado en el centro del terreno de juego. Iniesta dedicó el título a los aficionados, Rafael Marquéz acabó su minidiscurso con un "Viva México".
La caravana del Barça tuvo un seguimiento mayor de lo previsto
El éxito de convocatoria de la fiesta azulgrana ha sido completo, aunque en los aledaños del Camp Nou se vivieron momentos de confusión por la avalancha de seguidores que quedaron atrapados contra las puertas, ya que éstas no se abrieron a la vez, si no paulatinamente. Finalmente, los miles de hinchas, en su mayoría jóvenes, pudieron sortear la primera puerta de acceso al recinto del Camp Nou y escoger por dónde deseaban entrar al estadio. El Barcelona había previsto un plan que finalmente debió modificar.
En las calles de la Ciudad Condal, el éxito de participación ciudadana estuvo por encima de las previsiones, ya que no se esperaba tanta afluencia, debido a que se creía que el fin de semana largo, porque mañana es fiesta en Barcelona, iba a restar interés a la fiesta. No obstante, la gente se echó a la calle como en las mejores gestas del club catalán, especialmente en la consecución de la Copa de Europa de 1992, cuando Barcelona quedó colapsada desde el aeropuerto al centro. Tras la consecución del título este sábado por la noche en el campo del Levante, la expedición barcelonista regresó a la Ciudad Condal a las cuatro de la madrugada, y se desplazó al Camp Nou en un autocar descapotable para saludar a los miles de aficionados que se habían acercado al aeropuerto.
En las calles de la ciudad, el autocar más exitoso en la rúa fue el primero, en el que viajan todos los jugadores del primer equipo del fútbol, vencedor de la Liga, que iban enfundados con una camiseta roja con la inscripción "Campions" ("Campeones"). Por detrás iba otro autocar con el equipo de balonmano, campeón de la Copa de Europa. Casualmente, justo cuando se puso en marcha la rúa, se conoció que otra de las secciones del Barca, la de hockey patines, acaba de proclamarse en Reus campeona de la Copa de Europa. También acompañó a la expedición barcelonista por las calles una charanga de músicos catalanes.
Una de las zonas donde se congregó mayor número de aficionados fue la plaza de Cataluña, donde el gentío, que ya suele ser muy numeroso en los días festivos, desbordó por completo a la caravana de los campeones. El autobús continuó su trayectoria por las calles céntricas de la ciudad, con los jugadores muy animosos y alentado a los miles de aficionados que les acompañaron. Igual que anoche en el avión de regreso a Barcelona, el grupo de brasileños, liderados por Ronaldinho, fue el más activo encima del transporte público descapotable. En el Camp Nou, el Barcelona ha diseñado una fiesta sobre tres ejes: la aficionados barcelonista, el esfuerzo y el triunfo. Los jugadores saludarán a los aficionados en el estadio, acompañados de una banda musical y de fuegos artificiales.
Frank Rijkaard, el técnico responsable del éxito, se mantuvo en un discreto segundo plano, a pesar de que cuando apareció en escena, los espectadores le vitorearon y los jugadores le llevaron en hombros. Rijkaard se dirigió a los aficionados en catalán: "El equipo, los jugadores y todo el plantel ha hecho un trabajo muy grande. El público ha sido fundamental. El Barcelona es más que un club y si todos estamos unidos es aún más grande", dijo el técnico, quien acabó su alocución, como la totalidad de los jugadores posteriormente, con vivas al Barça y a Cataluña y en su caso también al presidente del club.
El capitán Carles Puyol también agradeció a los seguidores el apoyo prestado durante la temporada. "Queremos dedicar el título a todos los culés. Esperemos que sea el primero de muchos. Hay una cosa que nos hace sentir optimistas, este año hemos tenido muchos lesionados, el año que viene, al cien por cien, seremos más competitivos", indicó. Xavi Hernández dijo que los aficionados habían demostrado estos días porqué el Barcelona es más que un club. "Este título se lo merece todo el mundo", aseguró Xavi, mientras que para el defensa Oleguer Presas este triunfo es "el primero de muchos", algo en lo que coincide Deco': "Este será el primer título de muchos".
Samuel Eto'o, que estuvo muy desafortunado cuando invitó al público a proferir insultos contra el Real Madrid, había dado las gracias en su alocución "al público, al señor presidente y a Dios" por todo lo vivido estos días. "Después de haber visto esto, el año que viene tengo que volver aquí para volver a festejar con todos vosotros", dijo ante un enardecido público. Edmilson considera que el barcelonismo "es un familia grande y así lo podemos ganar todos", mientras que Víctor Valdés calificó la noche de "especial" y aseguró sentirse orgulloso de "vestir esta camiseta, con el escudo más bonito del mundo, el del Barcelona". La totalidad de la plantilla pasó por el micrófono instalado en el centro del terreno de juego. Iniesta dedicó el título a los aficionados, Rafael Marquéz acabó su minidiscurso con un "Viva México". La caravana del Barça tuvo un seguimiento mayor de lo previsto
El éxito de convocatoria de la fiesta azulgrana ha sido completo, aunque en los aledaños del Camp Nou se vivieron momentos de confusión por la avalancha de seguidores que quedaron atrapados contra las puertas, ya que éstas no se abrieron a la vez, si no paulatinamente. Finalmente, los miles de hinchas, en su mayoría jóvenes, pudieron sortear la primera puerta de acceso al recinto del Camp Nou y escoger por dónde deseaban entrar al estadio. El Barcelona había previsto un plan que finalmente debió modificar.
En las calles de la Ciudad Condal, el éxito de participación ciudadana estuvo por encima de las previsiones, ya que no se esperaba tanta afluencia, debido a que se creía que el fin de semana largo, porque mañana es fiesta en Barcelona, iba a restar interés a la fiesta. No obstante, la gente se echó a la calle como en las mejores gestas del club catalán, especialmente en la consecución de la Copa de Europa de 1992, cuando Barcelona quedó colapsada desde el aeropuerto al centro. Tras la consecución del título este sábado por la noche en el campo del Levante, la expedición barcelonista regresó a la Ciudad Condal a las cuatro de la madrugada, y se desplazó al Camp Nou en un autocar descapotable para saludar a los miles de aficionados que se habían acercado al aeropuerto.
En las calles de la ciudad, el autocar más exitoso en la rúa fue el primero, en el que viajan todos los jugadores del primer equipo del fútbol, vencedor de la Liga, que iban enfundados con una camiseta roja con la inscripción "Campions" ("Campeones"). Por detrás iba otro autocar con el equipo de balonmano, campeón de la Copa de Europa. Casualmente, justo cuando se puso en marcha la rúa, se conoció que otra de las secciones del Barca, la de hockey patines, acaba de proclamarse en Reus campeona de la Copa de Europa. También acompañó a la expedición barcelonista por las calles una charanga de músicos catalanes. Una de las zonas donde se congregó mayor número de aficionados fue la plaza de Cataluña, donde el gentío, que ya suele ser muy numeroso en los días festivos, desbordó por completo a la caravana de los campeones. El autobús continuó su trayectoria por las calles céntricas de la ciudad, con los jugadores muy animosos y alentado a los miles de aficionados que les acompañaron. Igual que anoche en el avión de regreso a Barcelona, el grupo de brasileños, liderados por Ronaldinho, fue el más activo encima del transporte público descapotable. En el Camp Nou, el Barcelona ha diseñado una fiesta sobre tres ejes: la aficionados barcelonista, el esfuerzo y el triunfo. Los jugadores saludarán a los aficionados en el estadio, acompañados de una banda musical y de fuegos artificiales.