(Libertad Digital) El portavoz de la Casa del Rey explicó que ya se han puesto en contacto con el director de la revista "Epoca" para desmentir el comunicado en el que aseguraba que los Príncipes esperaban un varón y que Doña Letizia se habría sometido a una prueba denominada "biopsia corial". Según el portavoz, es "radicalmente falso" que la Princesa de Asturias se haya sometido a la prueba a la que alude la revista. Señaló además a Efe que los Príncipes "no tienen interés en conocer el sexo de su primogénito".
Según el comunicado, la redactora jefe de Época Maite Alfagene habría podido saber de fuentes extraoficiales que los Príncipes de Asturias esperan un varón. "Letizia Ortiz se habría sometido a una prueba denominada "biopsia corial", la única prueba válida y fiable para el diagnóstico prenatal en el primer trimestre de la gestación. El hecho de que el futuro Heredero sea niño diluye la polémica en torno a una reforma de la Constitución contrarreloj", dice el comunicado.
Desde que se anunció el embarazo de la Princesa el pasado día 8 de mayo, la reforma de la Constitución para eliminar la prevalencia del varón sobre la mujer en la sucesión de la Corona suscitó todo tipo de debates. Sin embargo, tanto los Reyes como los propios Príncipes consideraron que no había prisa para acometer la reforma argumentando que el Heredero es el Príncipe Felipe.
Según la Constitución, "la sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos". Por ello, si naciera primero una niña y después los Príncipes tuvieran un niño la primogénita no podría reinar; lo haría su hermano menor.
Para evitar esta discriminación por razón de sexo, contradictoria con la igualdad que postula la Carta Magna, habría que acometer una reforma -prometida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su discurso de investidura- que implica la disolución de las Cámaras, convocatoria de nuevas elecciones y un referéndum. A esta complicación legislativa se une el hecho de que Zapatero incluyó en esta reforma, que el PP ha apoyado explícitamente, la del Senado y la de los Estatutos de las autonomías. El PP, cuyos votos son imprescindibles para modificar estos tres artículos del texto constitucional, considera que se debe separar la reforma de la sucesión monárquica de los otros dos asuntos, que requieren un mayor debate político.