(Libertad Digital) El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, ya avanzó la pasada semana que su grupo tenía intención pedir la comparecencia de Alonso en la Comisión de Interior para aclarar la posible implicación de este agente en el 11-M, una vez que la comisión de investigación sobre este asunto ha decidido poner fin a las comparecencias y pasar a la fase de conclusiones.
Según informó El Mundo, Kalaji mantenía vínculos con algunos de los terroristas considerados piezas clave de la masacre, en concreto con los hermanos Almallah (Moutaz y Mohuannad, el ex militante socialista), dueños del piso de la calle Virgen del Coro del que dio cuenta Libertad Digital como centro de captación de terroristas en las proximidades de la mezquita de la M-30 en Madrid. Por aquél piso pasaron destacados terroristas que se encuentran imputados por la matanza de marzo.
Lina, la hermana de Maussili, era la encargada de traducir las escuchas telefónicas que la Comisaría General de Información realizaba a las células islamistas instaladas en España. Lina, con 16 años de experiencia como traductora, alertó en numerosas ocasiones sobre el peligro de Sherhane Ben Fakhet, tristemente conocido como El Tunecino.
No acaban aquí las casualidades familiares. Resulta que uno de las primeros miembros de la policía que el 11-M tuvo acceso a la furgoneta de Alcalá fue la esposa de Kalaji, la agente Marisol. Si gracias a las tarjetas vendidas en la tienda del policía los GEO dieron con el piso de Leganés –donde posteriormente murieron en una explosión los terroristas islamistas–, gracias al descubrimiento de la furgoneta Kangoo se tuvo acceso a las cintas del Corán, que dio fortaleza a la pista islámica frente a la etarra.