Por otra parte, el ministro libanés del Interior, Hasán Sabeh, declaró a la televisión libanesa LBC, que según las primeras investigaciones, el explosivo estaba colocado debajo del vehículo y fue accionado por control remoto. Sabeh indicó que los autores colocaron una carga con entre 500 y 600 gramos de explosivos, suficiente para matar a Kassir y no causar otros daños materiales.
El Gobierno libanés, reunido en sesión extraordinaria, condenó el asesinato de Samir Kassir y anunció que la investigación del atentado será remitida al Consejo Superior de Justicia. En una declaración oficial, El Ejecutivo instó asimismo a las fuerzas de seguridad a reforzar las medidas de protección alrededor de los medios informativos para evitar incidentes de esta índole.
El presidente libanés, Emile Lahud, presente en la reunión y al que la oposición ha culpado del atentado, reiteró que el ataque no estaba sólo dirigido contra la prensa en la persona de Samir Kassir, sino que también pretende desestabilizar el Líbano. "La seguridad es una línea roja", advirtió Lahud, antes de considerar a Kassir "un mártir". El primer ministro libanés, Nayib Mikati, que se acercó al lugar del atentado, insistió en que este atentado no afectará las elecciones, que continuarán con el mismo plan previsto.
Los comicios arrancaron el pasado domingo en la circunscripción de Beirut y alrededores, proseguirán este domingo en el sur, el siguiente en la zona central, el monte Líbano y el valle de la Bekaa, y por último en el norte del país. Mikati indicó, asimismo, que se hará todo para descubrir a los autores de este crimen, atribuido por la oposición a agentes de los servicios secretos sirios y libaneses.
Siria calificó de "infundadas" las acusaciones sobre su posible implicación en la muerte de Samir Kassir, asesinado este jueves, en Beirut con un bomba adosada a su vehículo. En un comunicado divulgado por el Ministerio sirio de Información niega, asimismo, que Siria pretenda interferirse en los asuntos internos de su vecino. "El Ministerio de Información niega con rotundidad la imprudencia de algunos políticos libaneses y miembros de la prensa que han acusado a Siria del asesinato pocos minutos después de que fuera perpetrado", se indica en el comunicado.
"Esto prueba que ya existía un caldo de cultivo previo en contra de Siria. Este tipo de acusaciones eran de esperar ya que provienen de aquellos que han emprendido una campaña en contra de Siria y que han contribuido con su política y su presión a levantar a los enemigos de Siria, el Líbano y los árabes", agrega.