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Los ecologistas critican también las plantas desalinizadoras de Narbona

Después de que los verdes firmaron un acuerdo preelectoral con el Partido Socialista, las organizaciones ecologistas han acogido con satisfacción la modificación del Plan Hidrológico Nacional y la derogación del trasvase, pero han advertido de que las plantas desalinizadoras de agua consolidarán un modelo de desarrollo "absolutamente insostenible". A pesar de los planes de Narbona, España es, según CCOO, el país de la UE más alejado de los objetivos del Protocolo de Kioto.

Después de que los verdes firmaron un acuerdo preelectoral con el Partido Socialista, las organizaciones ecologistas han acogido con satisfacción la modificación del Plan Hidrológico Nacional y la derogación del trasvase, pero han advertido de que las plantas desalinizadoras de agua consolidarán un modelo de desarrollo "absolutamente insostenible". A pesar de los planes de Narbona, España es, según CCOO, el país de la UE más alejado de los objetivos del Protocolo de Kioto.
LD (EFE) Para el director de Greenpeace-España, Juan López de Uralde, el principal "defecto" del programa AGUA es pretender igualar la oferta de agua (1.050 hectómetros cúbicos) del trasvase del Ebro previsto en el PHN, aprobado la pasada legislatura.

En declaraciones a EFE, Uralde opinó que ninguna de las dos alternativas trata de satisfacer un déficit o una demanda "real" de agua, sino de mantener un crecimiento y un desarrollo urbanístico en el litoral mediterráneo que a su juicio no es sostenible.

En el mismo sentido, el portavoz de Ecologistas en Acción, Santiago Martín Baaja, advirtió de que el impacto ambiental que generan las plantas desalinizadoras (emisiones a la atmósfera y residuos de salumera) se puede minimizar y existen tecnologías para ello, pero insistió en que no se puede minusvalorar el impacto del desarrollo urbanístico.
 
Los dos valoraron la modificación del PHN y la derogación del trasvase del Ebro, y observaron que situaciones de sequía como la de este año evidencian lo "inutilidad" de esa obra, ya que la cuenca el Ebro es donde la escasez de precipitaciones es más grave. Valoraron también las actuaciones previstas en el nuevo PHN para modernizar y mejorar las redes y evitar pérdidas, y la futura introducción de criterios modernos de gestión del agua como los bancos públicos en los que se podrá comprar y vender este recurso.

El director de Greenpeace advirtió del elevado consumo energético de las plantas desalinizadoras y recordó que ninguna de las que están en marcha está ligada a fuentes de energía renovables, por lo que abogó por limitar su proliferación y limitarlas a las necesidades de abastecimiento a la población.

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