L D (Agencias) Tras la reunión del Consejo Fiscal celebrada el martes, el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, decidió relevar de ese puesto a Eduardo Torres Dulce y proponer al Ministerio de Justicia el nombramiento de Juan Ignacio Campos Campos como nuevo fiscal jefe de lo Penal del Tribunal Supremo (TS). Por su parte, Eduardo Torres Dulce mantiene la categoría de fiscal de Sala.
La Asociación de Fiscales (AF) manifestó al respecto en un comunicado que con esta decisión "el fiscal general del Estado ha vuelto a dar una muestra del sectarismo que caracteriza su política de nombramientos en la Carrera Fiscal". "Desde luego que Eduardo Torres Dulce –prosigue el comunicado– reúne condiciones más que sobradas y conocidas por todos para continuar en un cargo en el que nadie, jamás, ha puesto tacha alguna a su trayectoria profesional. Sin embargo, ahora, no se le renueva".
Además, la AF señala que "al parecer las razones alegadas han sido 'falta de eficacia y de lealtad'". El comunicado añade que "el fiscal general no dice toda la verdad cuando pretende maquillar con tan endebles argumentos lo que no es sino otro ejemplo de su línea de actuación desde el inicio de su mandato" y "entiende la lealtad como la simple adulación de quienes se pliegan a todo lo que él dice".
"Como Asociación de Fiscales mantenemos que sólo se puede ser leales desde la crítica constructiva, desde la libertad de pensamiento y opinión expresada en el seno del único órgano verdaderamente representativo de la carrera, el Consejo Fiscal, al que Eduardo Torres Dulce accedió con un apoyo mayoritario de los fiscales de este país", señala el texto. Los fiscales concluyen afirmando "que sólo desde la lealtad se puede entender la discrepancia. El fiscal general del Estado no lo entiende así. Y aquí están las consecuencias".
La Asociación de Fiscales (AF) manifestó al respecto en un comunicado que con esta decisión "el fiscal general del Estado ha vuelto a dar una muestra del sectarismo que caracteriza su política de nombramientos en la Carrera Fiscal". "Desde luego que Eduardo Torres Dulce –prosigue el comunicado– reúne condiciones más que sobradas y conocidas por todos para continuar en un cargo en el que nadie, jamás, ha puesto tacha alguna a su trayectoria profesional. Sin embargo, ahora, no se le renueva".
Además, la AF señala que "al parecer las razones alegadas han sido 'falta de eficacia y de lealtad'". El comunicado añade que "el fiscal general no dice toda la verdad cuando pretende maquillar con tan endebles argumentos lo que no es sino otro ejemplo de su línea de actuación desde el inicio de su mandato" y "entiende la lealtad como la simple adulación de quienes se pliegan a todo lo que él dice".
"Como Asociación de Fiscales mantenemos que sólo se puede ser leales desde la crítica constructiva, desde la libertad de pensamiento y opinión expresada en el seno del único órgano verdaderamente representativo de la carrera, el Consejo Fiscal, al que Eduardo Torres Dulce accedió con un apoyo mayoritario de los fiscales de este país", señala el texto. Los fiscales concluyen afirmando "que sólo desde la lealtad se puede entender la discrepancia. El fiscal general del Estado no lo entiende así. Y aquí están las consecuencias".