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Argentina y Alemania sufren para ganar a Túnez y Australia en el arranque de la Copa Confederaciones

Pese a su aparente superioridad, a las selecciones de Alemania, la anfitriona del torneo, y Argentina les ha costado horrores vencer a Australia (4-3) y Túnez (2-1), respectivamente, en su debut en la Copa de las Confederaciones. Este jueves se disputarán los partidos del grupo B. Japón se enfrentará a México y el plato fuerte queda para la noche con el Brasil-Grecia.

Pese a su aparente superioridad, a las selecciones de Alemania, la anfitriona del torneo, y Argentina les ha costado horrores vencer a Australia (4-3) y Túnez (2-1), respectivamente, en su debut en la Copa de las Confederaciones. Este jueves se disputarán los partidos del grupo B. Japón se enfrentará a México y el plato fuerte queda para la noche con el Brasil-Grecia.
L D (EFE) Alemania ha tenido que darlo todo para derrotar a Australia en un partido de alto desgaste físico por parte de ambos equipos. El equipo anfitrión mostró desde el comienzo sus virtudes y defectos al pasar de un trabajo ofensivo digno de elogio a una inestabilidad en la parte posterior que amenaza con frecuencia con quitarle de la mano los resultados. La voluntad de ataque alemana se mostró desde el primer minuto cuando ya produjo la primera ocasión clara con una llegada de Thomas Hitzlperger por la banda derecha.

Australia también mostraba cierta agresividad cuando tenía la posesión de la pelota, aunque el cuadro de Jürgen Klinsmann era más constante y más contundente a la hora de atacar utilizando, a partir de la línea central, prácticamente todo el terreno abriendo con frecuencia el juego hacia las dos bandas y recurriendo repetidamente a los cambios de frente. Cuando los aussies conseguían la posesión de la pelota, los alemanes trabajaban con frecuencia por recuperarla generando con frecuencia situaciones interesantes. El gol alemán llegó pronto, en un jugada típica de lo que había sido el partido cuando el balón recorrió el terreno de juego a todo lo ancho antes de que el centro de Arne Friedrich fuese capitalizado con un oportuno remate de Kevin Kuranyi en el minuto 17.

Hubiera podido pensarse que el resto del partido iba a ser para Alemania. Fue entonces cuando por primera vez la inestabilidad defensiva local fue castigada. A una falta innecesaria de Robert Huth siguió un lanzamiento libre que, ejecutado por Josip Skoko, pasó por debajo de la barrera en el minuto 21. Alemania reaccionó bien a ese primer golpe y apenas un minuto después llegó el segundo gol, marcado por el defensa Per Mertesacker tras un robo de balón de Bernd Schneider. Eso, sin embargo, tampoco bastó para que Alemania tuviera tranquilidad. En el minuto 31 Tim Cahill tuvo buen ojo para ver como John Aloisi estaba en el área alemana sin ser objeto de una marca lo suficientemente severa y le sirvió el balón para que el delantero del Osasuna batiera a Oliver Kahn.

Alemania siguió atacando y al comienzo del segundo tiempo el meta australiano Mark Schwarzer hizo dos grandes paradas: una ante un remate desde lejos de Schweinsteiger que mandó a saque de esquina y otra, casi inmediatamente después, ante un disparo a ras de suelo de Michael Ballack. La insistencia alemana dio otra vez sus frutos cuando Arne Friedrich se coló en el área australiana siendo derribado por su marcador lo que dio el paso al correspondiente penalti marcado por Ballack. El resultado dejaba inquietud en el ambiente, sólo un cuarto gol podía darle la tranquilidad definitiva a Alemania y al final se la dio, en el 88 por intermedio de Podolslki. En el minuto 90 Australia se aprovechó de un despiste defensivo de los alemanes para que Aloisi marcara el definitivo 4-3.
 
Argentina vuelve a encomendarse a Riquelme
 
En el partido que ha abierto la Copa de las Confederaciones 2005, Argentina también ha sufrido para derrotar a Túnez, el campeón de África. No apostó José Pekerman, el técnico de la albiceleste, por primar la zona de creación, con la inclusión de Pablo Aimar junto a Juan Román Riquelme, como se había especulado, sino que entró Maxi Rodríguez como acompañante de Saviola y a Argentina pareció atrangantársele el comienzo de la competición. Frente a un conjunto que ofreció un agradable juego, pero que aún es demasiado tierno para medirse a un candidato al título mundial, la albiceleste necesitó de un penalti en contra para despertar y de otro a favor para imponer su gran superioridad. Cierto que tuvo la primera oportunidad a los 10 minutos, cuando Maxi Rodríguez, solo, falló frente al arquero Khaled Fadhel, pero fue Túnez quien más sensación de peligro llevó al contragolpe en la media hora inicial.
 
El campeón africano tuvo la oportunidad soñada para adelantarse, gracias a la pena máxima cometida por Germán Lux sobre Haykel Guemamdia, pero Imed Mhadhebi lanzó fuera y ahí se acabaron sus opciones. Porque Argentina se sobresaltó, Riquelme entró en juego y el futbolista del Villarreal puso en ventaja a su equipo desde el punto de penalti, gracias a una ingenua falta de Hatem Trabelsi, que desplazó con la cadera a Maxi cuando éste se disponía a cabecear dentro del área. No pareció necesitar mucho más el conjunto de Pekerman para asegurar el primer triunfo, porque Túnez le facilitó las cosas en el segundo tiempo, al adelantar mal la línea de zagueros y propiciar una internada por la banda de Galletti que culminó Saviola entre cuatro rivales.

Con casi todo resuelto, con una defensa de cuatro y Carlos Tévez en el ataque, en sustitución de Saviola, Argentina creyó tener el partido ganado, pero sufrió más de lo esperado en el tramo final. Alentado por el nerviosismo de Lux, el equipo tunecino se volvió a meter en el partido. En el minuto 66, el meta de River le dio la oportunidad a Slim Benachour, al entregarle el balón, tras un arriesgado regate dentro del área, pero el centrocampista africano lo envió fuera.

Poco después, otra apurada salida sobre Guemamdia se convirtió en un nuevo penalti, pese a que en esta ocasión no tocó al delantero del Sfaxien, que fingió la caída. Marcó Guemamdia y dotó de interés al último cuarto de hora, porque Argentina trató de avivar el ritmo de juego y creó nuevas ocasiones, pero también temió por el triunfo, una victoria que no le arrebató la ingenuidad tunecina y que le permite comenzar el torneo con los tres puntos indispensables, a la espera de que Pekerman ajuste la máquina.

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