Menú

Hallado el cadáver del vigilante desaparecido tras el incendio de San Sebastián con un disparo en el pecho

El cadáver de Manuel Apaolaza Oyarbide, el vigilante del edificio incendiado de la Hacienda Foral de Guipúzcoa que se encontraba desaparecido y que ha sido hallado este martes en el parque tecnológico Miramón de San Sebastián, presenta un impacto de bala en el pecho y tiene junto a él un arma del calibre 38. En el edificio incendiado se encontró el cadáver de otro vigilante, Florencio Parra, también con un tiro en la cabeza.

El cadáver de Manuel Apaolaza Oyarbide, el vigilante del edificio incendiado de la Hacienda Foral de Guipúzcoa que se encontraba desaparecido y que ha sido hallado este martes en el parque tecnológico Miramón de San Sebastián, presenta un impacto de bala en el pecho y tiene junto a él un arma del calibre 38. En el edificio incendiado se encontró el cadáver de otro vigilante, Florencio Parra, también con un tiro en la cabeza.
L D (Agencias) Según informaron a Efe fuentes de la investigación, el cuerpo sin vida de este vigilante fue hallado hacia las 15.30 horas en un talud situado en uno de los bordes de la carretera que rodea el museo Kutxaespacio de la Ciencia, situado en el Paseo Mikeletegi 45 . El talud donde apareció el cadáver está separado de la carretera por un seto y el cuerpo se encuentra en una zona con matorrales, helechos, árboles y abundante vegetación.
 
Efectivos de la Ertzaintza acordonaron la zona hasta que a las 18.25 de la tarde la comisión judicial ordenó el levantamiento del cadáver, que ha sido trasladado en una camilla y cubierto por un plástico verde desde el terraplén en el que fue hallado hasta un camino peatonal al que ha accedido un furgón de la Funeraria Vascongada. El cadáver ha sido conducido al Servicio de Patología Forense de San Sebastián, donde se le efectuará la autopsia. Se espera que el análisis forense del cadáver de Manuel Ignacio Apaolaza esclarezca si el fallecimiento se debe a un suicidio o a un asesinato, por lo que en este momento todas las hipótesis en torno a este caso permanecen abiertas.
Un disparo en el pecho
 
El cadáver presentaba un disparo en el pecho y junto a él fue localizado un revolver del calibre 38, el arma reglamentaria de los vigilantes de seguridad, según confirmaron fuentes de la investigación y de la empresa Sabico, a la que pertenecían los dos vigilantes fallecidos.
Unos niños que jugaban con un balón que se les escapó por un talud en el parque tecnológico de Miramón fueron quienes descubrieron el cadáver del vigilante. Un responsable del museo Kutxaespacio de la Ciencia indicó que este grupo de chavales, de 13 ó 14 años, que al parecer estaban de excursión en el parque tecnológico, fueron quienes avisaron al personal de este centro de divulgación y ocio del hallazgo de un cuerpo sin vida en el talud situado a un lado de la carretera que bordea el recinto. El servicio de seguridad del museo se puso en contacto de forma inmediata con la Ertzaintza, que desplazó al lugar a varias patrullas, así como a una ambulancia, que posteriormente se retiró al comprobar que la persona hallada estaba muerta.
 
El departamento vasco de Interior confirmó que se trata de este guarda de seguridad que se encontraba en busca y captura desde la noche del pasado domingo, cuando se produjo este incendio intencionado en el que murió de un disparo otro vigilante, Florencio Parra, jefe de Ignacio Apaolaza.
 
Horas antes del hallazgo, agentes de la policía autonómica vasca, acompañados de la comitiva judicial, habían procedido a la entrada y registro de la vivienda de Manuel Ignacio Apaolaza Oiarbide. El registro de la vivienda, ubicada en la Avenida Artegorrieta, se inició a las once de la mañana de este martes, momento en el que se procedió a acordonar la zona, desalojar las viviendas de los inmuebles colindantes, así como de los comercios. Hasta el momento, no ha trascendido ningún dato más sobre el registro.
 
El móvil no era robar documentos, según la Diputación
 
La Diputación de Guipúzcoa asegura que los autores del incendio del edificio de la Hacienda Foral, situado en el número 2 del paseo de Errotaburu no actuaron "con objeto de hurtar o de utilizar la documentación existente". El portavoz de ejecutivo foral, Koldo Azkoitia, sostuvo en una rueda de prensa en San Sebastián que "la confidencialidad de los datos obrantes en Hacienda es total".

El autor o autores de este incendio desconectaron desde el interior del edificio los sistemas de seguridad y, antes de prender fuego al inmueble, causaron daños en coches oficiales y en cerca de 300 monitores de ordenador. Azkoitia insistió en que los documentos que hay en el edificio se encuentran en este momento "a buen recaudo", bajo tutela policial, y anunció que el ente foral solicitará este miércoles al juez poder acceder al inmueble para recuperar documentación y evaluar la pérdida de informes.
 
Por otra parte, la “reforma integral” del edificio de la Hacienda de Guipúzcoa, incendiado intencionadamente en la noche del pasado domingo, se prolongará durante un año y medio, periodo durante el cual los servicios forales deberán reubicarse en otros emplazamientos, según ha indicado el diputado general Joxe Joan González de Txabarri .
 
El edificio está "practicamente derruido"

Txabarri  ha precisado en San Sebastián que el edificio “está prácticamente destruido” y que requerirá una “reforma integral en todas y cada una” de sus plantas –once pisos y cuatro sótanos–, aunque matizó que la "estructura" del inmueble y las zonas "blindadas" permanecen "intactas". El diputado general, quien indicó que "generar hipótesis sin datos es mera elucubración", señaló, no obstante, que existe una "desproporción evidente" entre el volumen de daños causados y la posible autoría por parte de una sola persona. Txabarri expresó el deseo de que el vigilante apareciera "vivo y con afán colaborador ya que su testimonio es una de las piezas clave" para esclarecer lo sucedido en el edificio de la Hacienda.
 
Txabarri explicó este lunes que en los registros realizados en el edificio no se había encontrado el arma de fuego que los vigilantes intercambiaban en sus distintos turnos ni la moto de gran cilindrada del fallecido.
 

 
 

Temas

En Sociedad

    0
    comentarios