L D (EFE) Tras recibir el permiso de la Ertzaintza para entrar en el edificio, excepto en el entresuelo y en la planta -1, en las que presuntamente se cometió el asesinato del vigilante Florencio Parra, Txabarri y Mujika, acompañados por otros representantes de la Diputación, recorrieron la torre de Errotaburu y se mostraron satisfechos por el "comportamiento" del inmueble. Además de evaluar los daños del inmueble, Txabarri concluyó que, a la luz de los destrozos ocasionados y la "obsesión" del responsable de los hechos con romper cristales, el autor del ataque es una persona "que está loca".
Tras la visita, Mujika explicó que se ha llevado una "grata sorpresa" porque la información más importante permanece intacta, ya que el responsable del incendio, que las hipótesis de la Ertzaintza atribuyen al vigilante Manuel Ignacio Apaolaza, quien apareció muerto con un disparo el pasado martes, no realizó ningún "ataque selectivo" para destruir información.
Por su parte, el diputado general señaló que el plazo de año y medio que en principio se fijó como necesario para reformar el edifico puede "acortarse significativamente", ya que los sistemas de seguridad de la torre funcionaron bien y los daños no son tan importantes como se pensó en un principio.
Txabarri destacó la "obsesión" del autor de los hechos por el cristal, tras lo que relató que las pantallas de los ordenadores estaban rotas "de forma generalizada", al igual que algunas lunas de los pasillos, las pantallas acristaladas de las fotocopiadoras, todas las lunas de todos los coches e, incluso, cristales de portafotos de los empleados. El diputado general agregó que todos los cristales estaban rotos "con la misma marca" y que se aprecia que en las plantas superiores los impactos se hicieron con más fuerza que en las inferiores.
Las plantas primera, segunda y tercera "están como para entrar a trabajar", según Txabarri, mientras que la séptima es la que se encuentra más deteriorada por el incendio que se avivó el lunes por la mañana. En este sentido, el diputado insistió en que las barreras contra el fuego con las que cuenta este edifico inteligente funcionaron con eficacia, ya que las llamas no se propagaron de unas plantas a otras. Por este motivo, Txabarri opinó que "gran parte del material de trabajo se podrá recuperar", al tiempo que recalcó que la información de Hacienda no se encuentra en la torre de Errotaburu, sino "en un gran ordenador que está en otro lugar de la ciudad".
Tras la visita, Mujika explicó que se ha llevado una "grata sorpresa" porque la información más importante permanece intacta, ya que el responsable del incendio, que las hipótesis de la Ertzaintza atribuyen al vigilante Manuel Ignacio Apaolaza, quien apareció muerto con un disparo el pasado martes, no realizó ningún "ataque selectivo" para destruir información.
Por su parte, el diputado general señaló que el plazo de año y medio que en principio se fijó como necesario para reformar el edifico puede "acortarse significativamente", ya que los sistemas de seguridad de la torre funcionaron bien y los daños no son tan importantes como se pensó en un principio.
Txabarri destacó la "obsesión" del autor de los hechos por el cristal, tras lo que relató que las pantallas de los ordenadores estaban rotas "de forma generalizada", al igual que algunas lunas de los pasillos, las pantallas acristaladas de las fotocopiadoras, todas las lunas de todos los coches e, incluso, cristales de portafotos de los empleados. El diputado general agregó que todos los cristales estaban rotos "con la misma marca" y que se aprecia que en las plantas superiores los impactos se hicieron con más fuerza que en las inferiores.
Las plantas primera, segunda y tercera "están como para entrar a trabajar", según Txabarri, mientras que la séptima es la que se encuentra más deteriorada por el incendio que se avivó el lunes por la mañana. En este sentido, el diputado insistió en que las barreras contra el fuego con las que cuenta este edifico inteligente funcionaron con eficacia, ya que las llamas no se propagaron de unas plantas a otras. Por este motivo, Txabarri opinó que "gran parte del material de trabajo se podrá recuperar", al tiempo que recalcó que la información de Hacienda no se encuentra en la torre de Errotaburu, sino "en un gran ordenador que está en otro lugar de la ciudad".